En tiempos como los que estamos viviendo, en los cuales continuamente, minuto a minuto, y por todos los medios, se está hablando de crisis económica, de que lo peor no ha llegado todavía, de los millones de personas en paro, de los recortes en la educación, y una extensísima lista de situaciones que dejan claro que no estamos en los mejores tiempos, es fácil dejarse apoderar por el miedo, bajo el nombre que quieras ponerle.
Y este tema ha sido el centro de algunas conversaciones muy interesantes que he tenido con compañeros y amigos: El miedo y como este nos afecta de manera positiva o negativa en la gestión de nuestros negocios y de la vida misma.
Leyendo un poco en Internet acerca de lo que significa “el miedo”, me quedé con esta definición:
“El miedo es un esquema adaptativo, y constituye un mecanismo de supervivencia y de defensa, surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia. En ese sentido, es normal y beneficioso para el individuo y para su especie.”
Lo que más me llama la atención en esta definición es donde dice que el miedo surge para permitirnos responder con rapidez y eficacia ante situaciones adversas. ¡Grandioso!
¿Te has fijado quién gana en las películas de terror?
Aún cuando me gustan más las películas de terror de antes, en las que no se utilizaban los efectos especiales de una manera tan morbosa como lo hacen hoy en día, y que las matanzas eran, dentro de todo lo malo, normales, encontré que en todas las películas de terror que he visto, hay algo que siempre ocurre: gana el que corre más, el que se escapa, el que huye despavorido de su agresor.
Y está muy claro por qué gana: mientras corre, está pasando por lugares nuevos en los que puede conseguir algo que le ayude a derrotar a su adversario, o está ganando tiempo para que llegue ayuda, o tal vez el malo de la película no le pueda alcanzar, en definitiva, se está dando a sí mismo la oportunidad de salir airoso de una situación complicada.
Debemos responder con rapidez y eficacia ante situaciones adversas.
¿Y qué le pasa al que no corre, al que se queda paralizado y no hace nada más que cerrar los ojos y comenzar a rezar desesperadamente pidiendo que el malo no le alcance?
Pues que el malo sí lo alcanza y lo hace trizas. Además, al quedarse paralizado, las únicas herramientas que tiene a su alcance son las mismas todo el tiempo, el malo lo descubre rápidamente y no da tiempo para que llegue ayuda. En definitiva una respuesta tal vez rápida, pero definitivamente no eficaz, porque la historia no tiene un final feliz.
¿Cómo aplica todo esto para tu negocio?
Obviamente la situación que estamos viviendo debe estar creándote un alto grado de ansiedad, que será mayor o menor según lo mucho o poco que te afecte todo el tema de la crisis y sus colaterales. De hecho, el estrés es el responsable de un grandísimo porcentaje de las bajas que ocurren a nivel laboral, y por no mencionar la gran cantidad de problema que puede crear a nivel personal y familiar.
Por lo tanto, la crisis es una situación adversa, que te amenaza de manera real, tanto en tu día a día, como las posibles proyecciones de tu negocio a futuro, por lo que debes responder a esta situación de manera rápida y eficaz.
En el mundo se vienen presagiando tiempos difíciles desde hace un buen rato, tal vez incluso desde el ataque terrorista en Nueva York o quizás antes, y eso ocurrió hace ya más de una década. Por lo tanto, podemos decir que tu respuesta, y la respuesta de muchos en general, no ha sido rápida, sobre todo si aún te encuentras paralizado, con los ojos cerrados, sin saber que hacer o hacia dónde correr o, peor aún, esperando que la crisis pase y todo vuelva a ser como era antes.
Para salir airoso, tu respuesta tiene que ser eficaz.
Re-inventa tu negocio, busca alternativas nuevas, mejora tu producto, crea y desarrolla nuevas oportunidades, busca alianzas con otras empresas que puedan ser de mutuo beneficio, en definitiva, haz algo que te permita poder salir adelante. No te quedes paralizado esperando que la crisis pase o que el malo no se dé cuenta que estás escondido allí, debajo de ese mueble. Haz que tu respuesta sea eficaz y que tu historia tenga un final feliz.
Si miras a tu alrededor, te darás cuenta de que no todo es tan malo como lo pintan y que hay empresas y negocios que están saliendo adelante, si no, fíjate en el caso de muchas “start-ups” que lo están logrando.
Recuerda que en las pelis de terror, gana el que se mueve, el que busca, el que responde de manera positiva. Si no me crees, pregúntale a Freddy Krueger 😀
Crédito fotografía: Gem & Lauris RK en Unsplash
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