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Tus Ventas Nunca Deben Depender De Un Sólo Vendedor

Tus Ventas Nunca Deben Depender De Un Sólo Vendedor

Tus Ventas Nunca Deben Depender De Un Sólo Vendedor - Joel Pinto RomeroHace ya algún tiempo publiqué un artículo titulado “¿Cuáles son las ventajas de desarrollar una fuerza de ventas interna para tu negocio” (el vínculo, como siempre, al final de este post) y en él comentaba que el departamento de ventas de tu empresa, o tu fuerza de ventas, siempre debía estar compuesto por dos personas como mínimo, nunca una. Siempre dos.

Las razones son varias y voy a compartir contigo hoy las que considero más importantes, pero antes que nada, voy a contarte una historia que le ocurrió recientemente a un querido amigo mío, propietario de un pequeño negocio, a quién voy a ponerle como nombre Luis.

Pues resulta que Luis tenía un vendedor, a quien llamaré Manuel, que supuestamente era un empleado de confianza, que había estado visitando los clientes de la empresa, buscando clientes nuevos, gestionando los pedidos, haciendo presupuestos, haciéndole seguimiento a las visitas por teléfono, en fin… las tareas normales de cualquier vendedor.

El problema era que mi amigo Luis, por falta de tiempo y, quizás, por comodidad, no se involucraba mucho en el manejo de los clientes, más allá de lo que era asegurar el despacho a tiempo de la mercancía, y al ser Manuel un empleado “de confianza”, pues Luis no se preocupó en lo más mínimo y concentró su gestión comercial solamente en los números: Si Manuel vendía más, iba todo bien; si vendía menos, a ver cómo se las ingeniaban para subir los números.

Un día, Luis tuvo que viajar y ausentarse de la tienda durante algo más de un mes, y al volver se encontró con la muy desagradable sorpresa de que su vendedor de confianza, Manuel, se había ido de la empresa llevándose consigo los datos de los clientes y había montado un pequeño local desde donde había comenzado a hacerle la competencia.

¿Cuáles son las moralejas de esta historia?

Tu negocio depende de las ventas. No le huyas a la gestión comercial.

Primero que nada, esta historia real nos demuestra con sencillez la primera razón por la cuál nunca debes renunciar a tu responsabilidad como dueño del negocio: Es tu deber supervisar, de forma efectiva y cercana, el cómo se genera el dinero que mantiene viva tu empresa.

Sé que muchos emprendedores le rehuyen a la gestión comercial de sus negocios porque puede llegar a convertirse en una actividad muy estresante y tediosa, sin embargo, aquí tienes un ejemplo de cuáles pueden ser las consecuencias.

¿Cuánto tiempo estuvo Manuel visitando los clientes de Luis, diciéndoles que se iba a independizar y que les estaría contactando nuevamente cuando así lo hiciera? ¿Cuántas veces se habría quedado Manuel en su casa, diciendo que estaba visitando clientes, cuando realmente estaba dedicando su tiempo a otras cosas?

La gestión comercial de un negocio no debe fijarse solamente en los volúmenes de ventas. Hay mucho más.

Luis nunca lo sabrá porque concentró su gestión comercial en los números, y no en las actividades diarias que llevan al logro de dichos números. Detrás de cada venta, hay un proceso, una cantidad de cosas que ocurren: visitas, llamadas, correos electrónicos, propuestas, seguimiento, etc.

Estas actividades deben estar bajo tu supervisión. Llama a tus clientes, asegúrate de que están bien atendidos, de que todo marcha bien. No lo dejes todo en manos del vendedor.

Siempre debes tener un sustituto listo para cuando el vendedor se vaya.

¿Te has fijado que en el fútbol siempre hay jugadores en el banquillo listos para sustituir a cualquiera que se lesione durante el juego? Pues debes aplicar la misma política para la gestión comercial de tu negocio.

Aquí debes hacer uso de “La Teoría del Camión Que Te Atropella en la Esquina” de mi querida compañera Gabriela Pérez Sambucetti: Si ese único vendedor al cual le has confiado las ventas de tu negocio, te llamara mañana para decirte que lo atropelló un camión y no puede trabajar más, ¿tienes en tu plantilla una persona lista, preparada y entrenada para reemplazarlo inmediatamente, sin que tus ventas sufran?

Piensa siempre en lo que vas a hacer si tu único vendedor se va de la empresa. ¿Tienes cómo reemplazarlo con rapidez?

Sé que suena a caso extremo, pero de estos ocurren y con mucha mayor frecuencia de lo que creemos. Si no, fíjate en lo que le pasó a mi amigo Luis.

¿Te imaginas un partido de fútbol en el que hay que detener el juego porque no hay quién reemplace al arquero que se fracturó un tobillo?

Supervisa, supervisa y supervisa. Y depués, sigue supervisando.

Y este es el punto que causa más incomodidad: ¿Sentarte con tus vendedores a ver cómo les ha ido? ¿A escuchar sus historias? Si al final del día tú lo que quieres es que vendan y no que te vengan con cuentos.

Escucha con atención lo que tus vendedores tienen que decir y podrás descubrir muchas cosas importantes para tu empresa.

Pues déjame decirte que de esos cuentos puedes sacar muchísimas cosas que te ayudarán a llevar las ventas de tu empresa de una forma mucho más eficiente, si realmente escuchas con atención.

De hecho, puedes incluso descubrir nuevas oportunidades de negocio y de desarrollo escuchando lo que tus vendedores tienen que decir acerca del mercado que compra tus productos. No olvides que los vendedores escuchan directamente la voz de, tal vez, la pieza más importante de tu modelo de negocio: ¡los clientes!

Espero que estos consejos te sirvan para afinar la gestión comercial de tu negocio y verla desde un punto de vista más cercano, dándole la importancia que realmente tiene dentro de tu proyecto como un todo.

Es bueno de vez en cuando aprender de lo que le ocurre a los demás, y no esperar que esas cosas te pasen a ti, ¿no te parece?

Crédito fotografía: Robert Baker en Unsplash

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¿Cómo Ser Un Buen Supervisor de Vendedores?

¿Cómo Ser Un Buen Supervisor de Vendedores?

¿Cómo Ser Un Buen Supervisor de Vendedores?En el post de la semana pasada te comentaba que para lograr que tu equipo de ventas alcanzara su mejor rendimiento tenías que hacer, en líneas generales, dos cosas: establecer metas realistas y alcanzables, y supervisar a tu gente de forma efectiva.

Y es que la supervisión de un equipo de ventas puede suponer para ti importantes desafíos, comenzando por el hecho de que muchos empresarios (Dios quiera que no sea tu caso) piensan que los vendedores, por ser personas positivas, proactivas, tiradas pa’lante y que siempre están pendientes de cuál será el próximo desafío, no necesitan supervisión o que si la necesitan, es una supervisión mínima.

Tal vez esto sería lo más sencillo para ti: Tener un equipo de vendedores que generara maravillosos resultados sin tu intervención y seguramente ese sea el deseo de muchos, e incluso me atrevo a pensar, que muchos contratan vendedores esperando que las cosas funcionen de esta manera.

Todo departamento de ventas, grande o pequeño, debe ser supervisado de forma efectiva y proactiva

Lamentablemente, no es así: Un departamento de ventas, como cualquier otro departamento de la empresa, está compuesto por personas que hacen un trabajo y que deben cumplir unos ciertos y determinados objetivos, y debe haber alguien que se asegure de que esto sea así, y ese alguien eres tú o, si tu empresa ya ha alcanzado un cierto tamaño, será tu supervisor de ventas.

Y aún en ese caso, tú serás el responsable de supervisar a tu supervisor de ventas. Suena gracioso, ¿no?

¿Por qué debes supervisar tu departamento de ventas?

Existen tres razones fundamentales por las cuales es tu responsabilidad supervisar de manera efectiva el desempeño de tu departamento de ventas, y la primera de ellas, desde mi punto de vista personal, como siempre, no tienen que ver con los números:

  1. Los vendedores son la imagen de tu empresa: bien sea que atienden a tus clientes potenciales por teléfono, o en encuentros cara a cara, los vendedores son la cara que tus clientes ven al hacer negocios con tu empresa y es por ello que debes asegurarte que la imagen que transmiten de tu ella sea la que tú quieres y no otra.
  2. La tarea principal de un equipo de ventas es generar el dinero que entra en la empresa, desarrollar oportunidades de negocios, captar clientes. Si no supervisas su desempeño nunca sabrás si tu equipo podría vender más, o si tiene algún problema al que debas darle solución para que ellos vendan más. Y si tu equipo de ventas no vende, el futuro de tu empresa corre un riesgo.
  3. Es una inversión de dinero que tu empresa está haciendo que, como todo, debe ser rentable. Por norma general (puede variar por industria) se dice que un vendedor debe producirle a la empresa 10 veces el dinero que la empresa le paga, y esto puedes tomarlo como una regla, aunque puedes variar el número, por supuesto.

Si ya tienes claro entonces que debes involucrarte de manera activa en la supervisión de tu equipo de ventas, entonces podrías estarte haciendo la pregunta, ¿y cómo se hace eso?

¿Cómo puedo supervisar a mi gente de ventas y hacerlo de forma efectiva?

Para ser un supervisor eficiente primero tienes que saber qué es lo que se supone que estás supervisando. Un vendedor tiene fundamentalmente dos trabajos que hacer: producir dinero y generar nuevas oportunidades de negocios.

 

Esas son las dos cosas que tienes que supervisar: que se venda y que la cartera de clientes calificados de tu empresa vaya creciendo. Si una de estas dos falla, tienes un problema que resolver.

Puedes tener con tus vendedores una reunión semanal (o dos) en las cuáles se revisen los resultados de la semana anterior (o del período anterior), se evalúen cuáles son los negocios que están más próximos a concretarse y se establezcan objetivos concretos para el próximo período.

Y concentra entonces tus esfuerzos en las dos tareas fundamentales que mencionamos arriba: que se venda y que se generen más oportunidades de negocio para tu empresa, semana tras semana.

Según el tamaño de tu equipo de ventas, una reunión a la semana es suficiente

En algunos casos, tendrás que concentrarte más en una que en otra, según el ciclo de ventas de tu producto sea más largo o más corto: Si el ciclo es muy largo, tus vendedores no tendrán la oportunidad de cerrar negocios con frecuencia, por lo que tu supervisión deberá enfocarse en la generación de nuevas oportunidades más que en los números en sí mismos. Si el ciclo es corto, entonces el criterio aplica a la inversa.

En todo caso, y para no marearte mucho y lo puedas ver con claridad, si concentras tu atención en que tus vendedores lleven a cabo estas dos tareas de manera eficiente (vender más y generar nuevas oportunidades de negocios para tu empresa) y supervisas que vayan caminando de manera positiva en el logro de los objetivos y metas propuestas, estarás haciendo tu trabajo de manera efectiva, les estarás ayudando a ellos a ser más efectivos también y, como buen departamento de ventas al fin, terminarán por generar más dinero.

Y con la generación de más dinero para tu negocio, estoy seguro de que todos van a estar más felices, ¿o no?

Crédito fotografía: rawpixel en Unsplash

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