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4 respuestas que debes conocer para la transformación comercial de tu negocio.

4 respuestas que debes conocer para la transformación comercial de tu negocio.

Quería comenzar este artículo con uno de esos títulos llamativos, algo como “Las cuatro preguntas que debes hacerte para transformar tu negocio comercialmente”, “Las 4 claves para tu transformación comercial”, o algo por el estilo. 

Sin embargo, me puse a reflexionar un poco y creo que ese título se hubiese quedado corto. ¿Por qué? 

¿Cuántas personas no se han preguntado en sus vidas cosas como, por ejemplo, “será que podré dejar de fumar”? O en la misma onda: “¿Será que puedo bajar de peso”?

Y creo que mientras la pregunta no reciba una respuesta sincera, honesta y verdadera de la parte interesada, no generará el cambio que tanto esperas, o necesitas. Y  mientras esa respuesta no se convierta en una decisión, en un compromiso, tampoco.

 Mientras estas cuatro preguntas no tengan una respuesta sincera por tu parte, la transformación comercial  de tu negocio será más difícil de llevar a cabo.

Pero, ¿por qué he decidido escribir este artículo? ¿de dónde me viene la preocupación? ¿Qué significa la “transformación comercial” de un negocio? 

Es un tema que vengo mirando desde hace ya bastante tiempo. Sé que algunos de mis amigos están atrapados aquí, sé que incluso personas cercanas a mi también están atrapadas allí, incluso veo a algunos de mis clientes luchar con esta situación que, en muchos casos, los supera. 

Lo increíble es que la respuesta, a pesar de ser extraordinariamente sencilla, requiere de todos nosotros (me incluyo porque también, en algún momento, me he encontrado allí) un extraordinario esfuerzo que no es ni te tiempo, ni de dinero, sino de compromiso.

¿Qué significa “la transformación comercial” de tu negocio?

Pues esta es bastante sencilla: Un negocio que se transforma comercialmente es un negocio que deja de ser “pasivo” y se convierte en “proactivo”.

Es decir, un negocio cuyas ventas dejan de depender del ritmo que determina el mercado para convertirse en un área que es desarrollada de forma voluntaria, planificada, medible y controlable.

 Depender del ritmo de ventas que determina el mercado genera alrededor de tu negocio una zona de confort muy difícil de romper.

Un negocio que se “transforma comercialmente” es un negocio que desarrolla un proceso comercial que regula su propia actividad comercial, es decir, establece una serie de parámetros que marcarán una rutina de trabajo comercial a través de la cual, la empresa, irá acercándose al mercado de una manera organizada para desarrollar nuevas oportunidades de negocio, y lo hará de una forma continua.

Este proceso comercial puede ser tan sencillo o complejo como el negocio lo requiera y tomará en cuenta áreas como: 

  • Creación de productos vendibles.
  • Desarrollo de argumentarios de ventas.
  • Formación y capacitación continua de vendedores.
  • Búsqueda y prospección de mercado.
  • Captación y seguimiento de nuevos clientes.
  • Estrategias de comunicación con el mercado.
  • Etc.

Y te hago la aclaratoria de que el proceso comercial puede ser tan sencillo o complejo como quieras porque, primeramente, el proceso como tal debe existir hasta en las empresas más pequeñitas, de forma que la prospección y captación de nuevos clientes no ocurra de forma aleatoria o “cuando el tiempo o le mercado lo permita” sino a través de una serie de acciones planificadas y controladas de manera tal que permita un crecimiento sostenido en el tiempo.

¿Cuáles son entonces estas 4 respuestas que debes conocer para la transformación comercial de tu negocio? 

 

Primera: Quiero hacerlo.

¿Has visto a alguna persona que, en condiciones normales, baje de peso cuando no quiere? ¿O alguien que haya desarrollado un cuerpo musculoso sin proponérselo?

Por ello la primera pregunta que debe quedar respondida con claridad es:

  • ¿Quiero crecer comercialmente?
  • ¿Quiero vender más?
  • ¿Quiero tomarme las ventas de mi negocio en serio?
  • ¿Quiero tener en mis manos el control del rendimiento de ventas de mi proyecto?

Aunque te parezca mentira, hay negocio cuyos propietarios realmente no quieren crecer. Y no es nada malo, hay negocios que han funcionado bien sin tener que tomarse las ventas más en serio de lo normal.

Han funcionado siempre en condiciones de mercado que les han sido favorables, o han hecho las cosas realmente bien y producen el suficiente dinero como para que todo el mundo esté contento.

En estos casos ocurre que el crecimiento es simplemente algo que los propios dueños no se plantean porque no les hace falta. Y eso no está mal. Como cualquier otra cosa, es una decisión de negocio.

Segunda: Necesito hacerlo.

Como ves, la primera y la segunda van junta: O quieres o necesitas. O no quieres, ni necesitas. O no quieres, pero necesitas.

Es la otra cara de la moneda: Algunos negocios necesitan crecer sí o sí. En algunos casos es tan simple como que si no crecen tienen que cerrar sus puertas y salir del mercado, o hacer una re-estructuración completa de su proyecto empresarial.

De cualquier manera estas dos preguntas: quiero transformar mi negocio comercialmente, o necesito transformar comercialmente mi negocio, deben tener una respuesta clara de tu parte, o de parte de las personas encargadas de tomar las decisiones.

¿Por qué? Porque si no existe el deseo o no existe la necesidad, habrá muy poca motivación para implementar los cambios que sean necesarios para promover la transformación comercial de tu empresa o de tu proyecto emprendedor.

¿Te ha ocurrido alguna vez que estás haciendo alguna actividad y que, a mitad de camino, simplemente no te provoca seguir haciéndolo? Pues esto es lo que pasa cuando estás haciendo algo que, ni lo necesitas, ni lo quieres hacer.

Y es lo normal cuando comienzas a hacer algo en tu empresa simplemente por que estás copiando lo que hacen otros, o estás haciendo lo que está de moda: Al carecer de una razón fuerte de base, a mitad de camino, pierdes el interés y la motivación.

Y es que la transformación comercial no ocurre de forma automática, ni de un día para otro, así como tampoco puede simplemente dejarse en manos de terceros sin que la empresa se involucre de alguna manera.

¿Has visto alguna vez una persona que haya podido bajar de peso comiendo lo que le da la gana, llevando una vida totalmente sedentaria sin hacer ningún tipo de ejercicio?

Tercera: Puedo hacerlo.

Supongamos entonces que tu respuesta a una de las dos preguntas es sí. O bien quieres crecer, transformarte comercialmente simplemente porque eres una persona proactiva y tirada para adelante, o necesitas hacerlo porque los números no te están acompañando como quisieras.

¿Qué debes preguntarte ahora?:

  • ¿Puedo hacerlo?
  • ¿Cuento con los recursos necesarios para hacerlo?
  • ¿Cuento con el dinero suficiente para hacerlo?
  • ¿Cuento con el tiempo o con las personas adecuadas para hacerlo?
  • ¿Qué voy a necesitar para poder ponerlo todo en marcha y promover esta transformación comercial?

Estas preguntas te llevarán a una revisión muy necesaria de los recursos que tienes disponibles y de cuáles pueden ser tus expectativas reales con respecto a los resultados de este proceso de transformación comercial en tu negocio.

Aunque creo que lo ves con completa claridad, te pongo un ejemplo a manera de ilustración:

  • Si, quiero y necesito bajar de peso. No tengo dinero para anotarme a un gimnasio o contratar un instructor personal. ¿Qué hago?
  • Si, aunque mi negocio funciona bien, necesito vender más para poder financiar mi crecimiento, pero no tengo dinero actualmente para contratar un vendedor. ¿Qué puedo hacer?
  • Sí, quiero transformar comercialmente mi negocio pero no tengo el tiempo como para dedicarme a ello, ¿qué hago?
  • Quiero crecer y estoy consciente de que me hace falta capital para hacerlo. ¿Tengo acceso a posibilidades de financiamiento o ayudas del gobierno?

Haciéndote estas preguntas podrás valorar con exactitud la situación actual de tu proyecto y, a partir de ella (y de los recursos que tienes disponibles) planificar las acciones y decisiones que podrás poner en marcha.

Recuerda que, por mucho que tu quieras o necesites algo, si no tienes los recursos necesarios para hacerlo, deberás ajustar tus expectativas y actuar en consecuencia.

No se trata de abandonar la transformación comercial de tu proyecto por no tener los recursos necesarios, sino de adaptarla a tus propias capacidades actuales e ir creciendo de forma progresiva.

Finalmente, la cuarta: SÉ HACERLO.

Al contrario de lo que muchas personas piensan, llevar muchos sombreros no te hace más productivo.

Existe un dicho que reza: “zapatero a tus zapatos” y es realmente así.

Ciertamente para muchos emprendedores y empresas pequeñas la única opción es la de concentrar la mayor cantidad de tareas en la menor cantidad de personas posible, simplemente porque no cuentan con los recursos económicos para hacerlo de una manera diferente.

Sin embargo, el que esto ocurra con frecuencia no quiere decir que sea la mejor forma de hacer las cosas, ni la más eficiente.

También es cierto que cada día el acceso al conocimiento es más sencillo y económico.

Pero, de la misma manera que un cirujano que opera una vez cada 10 minutos será mucho más eficiente y confiable que otro profesional que opere una vez cada mes, la gestión de las distintas áreas de tu negocio será siempre mucho más eficiente si está en manos de profesionales capacitados, cualquier que sea el área (incluyendo ventas).

Si tu no estás familiarizado con el tema comercial pero quieres o necesitas crecer comercialmente y cuentas con los recursos para hacerlo, puedes contratar los servicios de un consultor profesional para que gestione el tema para ti, bajo tu supervisión inmediata, en régimen de tiempo completo o por horas.

De igual manera, si estás familiarizado con el tema comercial pero quieres dedicarte a otra área del negocio en la cuál te sientes más competente y dejar la transformación comercial en manos profesionales, puedes hacerlo de la misma manera.

Y ya finalmente para resumir, la transformación comercial de tu negocio o proyecto emprendedor será posible, solamente si has dado respuesta a estas cuatro preguntas: quiero crecer, necesito crecer, cuento con los recursos necesarios y sé cómo hacerlo.

Tu respuesta sincera a cada una de estas preguntas te permitirá desarrollar un proceso de transformación comercial sólido y robusto en tu empresa o proyecto emprendedor, permitiéndote llevar a tu empresa desde donde está ahora, hasta donde te lo has propuesto de una forma mucho más eficiente y segura.

¿Qué requiere mucho sacrificio, esfuerzo y compromiso de tu parte? Pues sí, por supuesto que sí.

Pero los resultados serán siempre mucho más satisfactorios de los que vas a obtener si sencillamente dejas que sea el propio mercado, o peor aún: tu competencia, quien determine si tus ventas van bien, mejor o peor.

Créditos fotografía: Amy Reed en Unsplash

5 Hábitos Muy Productivos Que Puedes Incorporar En Tu Vida Hoy Mismo.

5 Hábitos Muy Productivos Que Puedes Incorporar En Tu Vida Hoy Mismo.

5 Hábitos Muy Productivos Que Puedes Incorporar En Tu Vida Hoy Mismo - Joel Pinto RomeroY como todas las conversaciones deben completarse, y la semana pasada te hablaba de 3 hábitos tóxicos que había descubierto en mi vida – los cuales, por supuesto, me comprometo a reemplazar por hábitos mejores – pues no podía dejar de escribirte acerca de este artículo que leí esta semana.

Se titula «5 Hábitos Que Las Personas Súper Exitosas Tienen Al Amanecer» y hablaba de 5 actividades, súper sencillos y muy positivas que puedes incorporar en tu vida hoy mismo, y que seguramente te ayudarán a tener una rutina más productiva.

Por lo menos, a mi me han servido muchísimo, y aún cuando no me siento una persona súper exitosísima como dicen en el artículo, te puedo dar testimonio que, desde que los pongo en práctica, siento que aprovecho mucho más el tiempo.

 

El primero de todos: Comienza el día temprano.

 

Mi día comienza generalmente entre las 5:30 y las 6:00 de la mañana. Algunas veces, simplemente no puedo y duermo un rato más, pero por lo general, comienzo muy temprano.

¿Por qué tan temprano? Porque a esa hora del día, en la casa todos duermen y me da tiempo suficiente para ponerme al día con muchas cosas. Además, le puedo agregar un par de horas al día que, a fin de cuentas, siempre son buenas.

 

Segundo: Lleva una agenda de todas tus cosas pendientes.

 

Cuando somos más jóvenes y tenemos pocas cosas que hacer, pues nos es suficiente con confiar plenamente en nuestra memoria para llevar una “agenda” de todas nuestras cosas. Y mientras funcione, no hay ningún problema.

Pero cuando ya las cosas comienzan a complicarse, o cuando llevas múltiples proyectos al mismo tiempo, una agenda formal es tu mejor asistente. Yo he probado con varias herramientas: Nozbe, Wunderlist y, por último, con Todoist, que me ha parecido la mejor de todas.

Es muy diferente comenzar cada día, temprano y sabiendo qué cosas vas a hacer y en qué vas a invertir tu tiempo.

Tengo el hábito de revisar diariamente las actividades que tengo pendientes para el día siguiente, y para los próximos días, y de esa manera me hago una imagen mental bastante fidedigna del cómo van a ser mis próximos días.

 

Tercero: Hacer un poco de ejercicio.

 

Bueno, y esto no habría siquiera ni que mencionarlo, el ejercicio físico es una actividad de muchísimo valor, no solamente porque te permite mejorar tu condición física en general, mantener los músculos fuertes y flexibles, y el corazón bombeando sangre a su mejor capacidad, sino también porque resulta una actividad irremplazable para descargar el estrés.

Yo me enganché con la bicicleta desde hace más de dos años ya y te cuento que el cuerpo ya me pide salir en la bicicleta de manera regular. Tú puedes escoger la actividad que te resulte más cómoda, el deporte de tu preferencia.

El ejercicio físico es, para mí, la forma más natural y efectiva de desestresarme y recargar las baterías. 

En todo caso, lo importante es que debe ser parte de tu rutina diaria y que lo consideres no solamente como ejercicio físico, sino como una oportunidad para descargar el estrés que se acumula en nuestro cuerpo y nuestra mente cada segundo de nuestras vidas.

Cuando yo vuelvo de cada paseo en la bicicleta, y luego de ducharme, me siento super renovado y con mucha energía. Luego me cuentas tú cómo te va.

 

Cuarto: Ten claras las prioridades de cada día.

 

Una frase muy cierta y que debes grabar profundamente en tu hipotálamo es que “estar sumamente ocupado no significa ser sumamente productivo”, y que debes repetírtela siempre que sientas que estás haciendo muchas cosas y que sin embargo, pareciera que no avanzas.

¿Cómo lo solucionas? Estableciendo con claridad las cosas que tienes que lograr cada día, bien sea que se trate de adelantar pequeños pasos en grandes proyectos, o de ir cerrando cosas.

Hace un tiempo escribía en este blog que “todo lo que hagas debe producirte dinero o felicidad, o una combinación de ambas” y es una forma de ver las cosas muy necesaria y ciertamente importante.

El tiempo que se va, no vuelve. Por ello, cada minuto de tu vida debes invertirlo en cosas que aporten algo positivo.

El tiempo es nuestro recurso más escaso y, además, no es renovable en lo absoluto: Cada minuto que se va, no vuelve, no se repite, no se reemplaza. Por eso que decimos que cada segundo de la vida es único e irrepetible. Y siendo que el tiempo no se reemplaza, debes asegurarte de utilizarlo en aquellas cosas que son realmente importantes, o que forman parte de tu proyecto de vida, por muy sencillo que este sea.

Todo el tiempo que inviertas en otras cosas, es tiempo perdido.

 

Y por último: reflexionar, meditar, orar. Tú escoges.

 

Como sabes, y si no lo sabías, pues lo sabes ahora, soy una persona creyente…bastante. Y como tal, suelo dedicarle tiempo de mi día (generalmente cuando estoy paseando a la perrita todas las mañanas) para rezar y ponerme en contacto con Dios para pedir por mis cosas, para hacer revisión de las cosas que hago, de las que tengo por hacer, en fin, para aclararme la mente y tratar de retomar la paz interior.

Busca siempre un espacio íntimo en dónde puedas conectarte con tu “yo” interior y lograr un punto de equilibrio emocional y espiritual.

Este momento de oración me permite controlar mis emociones, ver lo que es y lo que no es, separar las emociones importantes de las que no lo son tanto, ponerme en foco y renovar mis energías.

Cómo te comentaba al principio, son cinco hábitos que he puesto en práctica en mi vida y que me han ayudado a aprovechar de una manera mucho más efectiva y eficiente mi tiempo.

No se trata de que los apliques todos en tu vida pero si pudieras incorporar aquel que sientes que te hace más falta, sería fenomenal. En el artículo que te recomiendo leer hoy, verás que son estos los hábitos que separan a las personas exitosas de las personas promedio.

¿Qué tal si nos damos la oportunidad?¿Qué te parece?

 

Crédito fotografía: bruce mars en Unsplash

 

Artículo al cual hacía referencia al principio
5 Habits That The Super Successful Have Before Sunrise

 

Artículos que te recomiendo leer en este blog:
4 Consejos de Productividad para Administrar tu Tiempo de forma Efectiva

 

¿Qué Cosas Pueden Estar Impidiendo Que Logres Tus Metas?

¿Qué Cosas Pueden Estar Impidiendo Que Logres Tus Metas?

¿Qué Cosas Pueden Estar Impidiendo Que Logres Tus Metas? - Joel Pinto RomeroHace unos días, leía un artículo muy interesante con el que me identifiqué un montón. Se refería a “Los 10 peores hábitos que pueden estar impidiendo que logres el éxito” y aunque no me sentí reflejado en todos ellos, gracias a Dios, si pude darme cuenta que hay cosas que hago (o que he hecho) que, sin saberlo, están impidiendo que logre mis metas, o lo han hecho alguna vez en el pasado.

De hecho, la frase que más me gustó en el artículo fue esta:

“Puedes tener muchos hábitos buenos, pero los malos te harán siempre dar dos pasos hacia atrás, por cada pasito adelante.”

Y lleva toda la razón: Sin darnos cuenta, esos hábitos se convierten en un pesado lastre que, sin siquiera darnos cuenta o hacerlos de forma consciente, nos mantienen allí, estancaditos, caminando lentito, sin alcanzar nuestra máxima velocidad, nuestro máximo rendimiento, nuestra completa felicidad.

Como son también cosas que podrían estar ocurriéndote a ti y, quizás como yo, no te has dado cuenta aún, quiero compartirlas contigo. El vínculo al artículo te lo dejo al final, como siempre, para que disfrutes el artículo completo.

 

Esperando el “momento adecuado”

 

Soy una persona a la que le gusta planificar las cosas. El que me conoce, lo sabe. Yo creo que ya por un tema de experiencia, y por tener personas que dependen de mi, no soy una persona de lanzarme a las cosas desaforadamente, sin meditármelo tan sólo un poco.

Ciertamente no soy así. Sin embargo, siempre he entendido que “nunca llegará el momento perfecto” para nada de lo que quiera hacer. Cuando me casé con mi actual esposa, hace ya más de veinte años, estaba seguro que no era el momento perfecto, pero aún así decidimos hacerlo y mira lo bien que ha salido todo: Hace tantos años que nos embarcamos en este viaje, y todavía seguimos juntos, gracias a Dios.

Planifica todo lo que puedas y cuando tu corazón te diga que “pareciera ser el momento perfecto, simplemente lánzate al agua”.

Lo mismo ocurre con nuestros proyectos personales y profesionales, y hasta en las decisiones que tomamos en nuestros negocios: Nunca existirá ese momento perfecto. Sólo habrán momentos en los que todo pareciera indicar que son el momento perfecto, o el más adecuado. Pero nunca, nunca conseguirás el momento perfecto para nada.

 

La necesidad de que las cosas sean perfectas.

 

Y de la mano del “esperar el momento correcto”, va este. Recuerdo que, cuando mi papá estaba ya enfermo en cama, un día me pidió que lo afeitara. Con todo el sentimiento que me daba aquella situación, tomé la crema de afeitar, la apliqué sobre la barbilla de mi papá con mucho cariño y luego, muy lentamente, me puse a afeitarlo.

Le pasaba la maquinilla y luego le pasaba la mano para confirmar que no hubiese quedado ningún pelito sin afeitar. Si no estaba conforme, le volvía a pasar la maquinilla y luego la mano para confirmar. Y así lo estaba haciendo con cada centímetro de su barba, cuando mi papá me dijo: “Joel, no se trata de una obra de arte. Simplemente es una afeitada y nada más.”

¿Cuántas veces en tu vida te has encontrado en la misma situación, invirtiendo horas sin fin en un proyecto en búsqueda de la perfección?

Pues a mi ya me ha pasado varias veces. Recuerda siempre que todas las cosas siempre se pueden mejorar, siempre se pueden perfeccionar. Si esta búsqueda de la perfección está haciendo que demores tus proyectos más de la cuenta, entonces puedes estar siendo, como yo, víctima de este hábito que se viste de oveja, cuando en realidad es un espantoso lobo y muy feroz.

Ten presente que, en muchos casos, “se trata sencillamente de una afeitada y no de una obra de arte”.

 

Ser muy cabeza dura como para soltar las cosas y dejarlas ir.

 

¿Sabías que me enamoré locamente de una mujer cuando tenía 18 años? Y aunque ella era casi 10 años mayor que yo y que todo indicaba con claridad que nuestra relación estaba destinada al fracaso tarde o temprano, pues yo nunca quise aceptarlo.

Y aún después que rompimos, me empeñé tozudamente en esperar ese “precioso momento en el que volveríamos a estar juntos” sin darme cuenta que, al hacerlo, me estaba negando a mí mismo la oportunidad de conocer otra persona con la que pudiera tener una relación normal.

Sólo soltando las cosas y dejándolas ir, tendrás las manos libres para tomar cosas nuevas.

Solamente cuando decidí dejar a un lado mi “cabezadurismo”, pasar la página y dar unos pasos hacia adelante, fue cuando mi vida comenzó a rodar de nuevo para finalmente, luego de un par de años, conocer a la maravillosa persona que hoy en día es mi pareja, gracias a Dios.

Y así ocurre con muchas cosas, tanto en nuestras vidas personales como en las profesionales: ¿Cuántas personas conoces que han debido renunciar al trabajo que tienen hace mucho tiempo, y sin embargo se mantienen allí, luchando por una pelea que ya tienen perdida? ¿Cuántos negocios has visto fracasar simplemente porque sus dueños no quisieron cambiar de rumbo a tiempo?

Estoy muy contento porque, de los 10 hábitos que mencionaban en el artículo que te dije más arriba, me identifiqué solamente con tres de ellos. Quizás en tu caso, sea diferente: podrán ser más, también podrán ser menos.

Aquí te dejo el vínculo al artículo para que lo leas y puedas hacer tu propia evaluación:

The 10 Worst Habits Holding You Back From Success

 

Crédito fotografía: Patrick Tomasso en Unsplash

 

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