Hoy en día están de moda las cartas de amor (y desamor) en las redes sociales, y está va a ser una de ellas.
Como siempre, soy del pensar que de todo lo malo que nos ocurre, siempre tenemos la oportunidad de sacar una lección de vida, un aprendizaje que nos ayude a hacer las cosas mejor, y de eso se trata este post: Voy a sacar una lección de algo que me ocurrió, y la voy a compartir contigo.
Es una experiencia que me tocó vivir recientemente con un compañero al cual consideraba cercano, pero que definitivamente me demostró que tal cercanía solo era producto de un interés puntual de su parte, y no de una relación genuina que estaba creciendo entre nosotros.
Aquí va mi carta de “amor”, y luego repasamos las lecciones que podemos aprender de esta situación, con la ilusión de que ayude a muchos a hacer las cosas mejor, o por lo menos que ayude a uno sólo.
Querido amigo,
Recuerdo con mucha nostalgia los días en que tenías tu tienda electrónica y me escribías con regularidad para preguntarme cosas, para aclarar tus dudas, para recibir mis consejos, para ayudarte a ver con claridad el camino que debías seguir para lograr mejores ventas.
Recuerdo como cada día, con absoluta regularidad, chateábamos por algunos minutos (incluso los fines de semana) y me contabas las buenas nuevas, que algunas veces no eran tan buenas. Me comentabas cómo te había fallado un proveedor, o acerca de cómo aquél cliente te había devuelto el pedido, y tantas otras cosas.
Recuerdo también como comenzamos a construir una relación un poco más personal, ya no conversando tanto acerca de los negocios y nuestros proyectos, sino de la vida misma, de los ejercicios, de la necesidad de mantenernos en forma, de la familia, de los hijos que aún no tienes pero que esperas tener algún día… de tantas cosas.
Recuerdo como, el día que me comunicaste tu decisión de cerrar la tienda, te dije que no te rindieras, que todavía tenías muchas cosas que podías experimentar y poner en marcha, que le estabas dando muy poco tiempo de vida a tu proyecto. En fin, traté en vano de mantener un poco viva la ilusión que te había visto al principio por tu proyecto, pero que ya en ti había muerto.
En fin, los negocios, como la vida misma, son un continuo abrir y cerrar de puertas, de oportunidades. Y eso lo entiendo completamente, porque mi propia vida ha sido eso: un continuo ir y venir de cosas.
Sin embargo, ahora que estás en tu nuevo proyecto, resiento mucho que nuestra relación se haya convertido en una autopista de una sola vía, a través de la cuál sólo me escribes cuando quieres que lea las cosas que tú escribes, sin tomarte siquiera la molestia de pasearte por este blog, del cuál recibiste tantos consejos en su momento.
Ahora los mensajes que recibo de ti, son solamente propuestas anónimas que le enviarás a todo el mundo, sin interacción, sin un toque personal, sin una muestra de aquel afecto que supuestamente nos unía y había comenzado a fraguar nuestra amistad.
Quiero que sepas que desde este pequeño rincón del ciberespacio, siempre desearé lo mejor para todas tus cosas, para todas tus ideas y todos tus proyectos. Siempre.
Porque ser positivo y desear cosas buenas, es algo que me define y es parte de mi vida. Ese soy yo, y es mi forma de ser.
Sin embargo quiero que sepas que, así, de la forma en que lo estás haciendo, no se construyen relaciones duraderas. Muy al contrario.
Con mucho aprecio, de tu amigo.
Y luego de las lagrimitas, ¿qué lecciones podemos sacar para nuestras vidas y negocios?
- Primero que nada, y por encima de todo, somos personas antes que negocios. Los negocios se fundamentan sobre las bases de los valores que nos definen como personas, y no es de otra manera.
- Nunca finjas tener un interés personal en alguien que no te importa, sea un colaborador, un empleado y (menos que menos) un cliente. En algún momento, se puede notar.
- Las relaciones siempre deben ser en dos vías, de mutuo enriquecimiento y crecimiento.
- Mantente siempre en contacto con las personas que te han ayudado en tu camino. Nunca vas a saber si puedes necesitarlos de nuevo y, entonces, ya no estarán allí para ti.
- Nunca conviertas una relación personal en una oportunidad para ti de vender las cosas que haces o los proyectos que tienes. Y si lo haces, utiliza el sentido común.
Y lo demás lo dejo para que sea sencillamente una reflexión tuya, personal e íntima. Es un tema al cual vale la pena darle un par de vueltas, sino más.
Las redes sociales surgieron para unir a las personas, para mantenerlas cerca, para conectarlas. Esta es su razón de ser.
Ya luego llegaron las empresas a convertir esto en un mercado libre, dónde cuesta un montón escuchar y entender lo que los demás están tratando de decirte.
No cometas el error de destruir las relaciones que creas simplemente por el hecho de pensar que ya no te son de utilidad.
Podría sorprenderte lo que la vida te tiene preparado.
Crédito fotografía: Aarón Blanco Tejedor en Unsplash
Te recomiendo leer:
“Querido Facebook, tenemos que hablar”
Redes sociales: Cómo destruir una relación en menos de 24 horas.
Facebook: Una ciudad llena de vendedores ambulantes.
Muy buen post, como siempre, Joel, y muy cercano a todos, diría yo. Seguro que a la mayoría nos ha tocado vivir esta experiencia en algún momento, por eso me han parecido unas lecciones muy a tener en cuenta tanto para lo personal como para lo profesional. ¡Con lo poco que cuesta compartir! Seamos generosos y positivos, nos irá mejor. Un abrazo.
Lamentablemente, María Remedios, situaciones así están ocurriendo con mucha frecuencia. Creo que por la propia necesidad, o por lo crítico de la situación (que no es tampoco tan para allá) las personas se están dejando llevar por la tendencia de aprovechar cualquier contacto para vender cosas, y así no vamos a llegar para ningún lado.
Las relaciones entre personas, yo creo que son como las cuentas en los bancos: para sacar dinero, tienes que meter dinero. Si solo sacas y sacas, algún día te quedarás sin saldo disponible.
Con la diferencia que en el tránsito, nos llevamos por el medio a otros seres humanos como nosotros.
Gracias por tu visita y por compartir conmigo tu opinión.
Besos 😀
Joel te felicito de corazón, suscribo cada una de tus palabras.
Cuando las personas se den cuenta que ese no es el camino, conseguirán mucho más de excelentes personas como tu.
"Porque ser positivo y desear cosas buenas, es algo que me define y es parte de mi vida. Ese soy yo, y es mi forma de ser" ==> Yo también me considero así, por eso te comprendo perfectamente. Pero ¿sabes? Me encanta ser así y que tu también lo seas.
Un abrazo inmenso "solete" !! 🙂
Un beso grande para ti también, Reyes
Definitivamente tu y yo tenemos muchas cosas en común, y espero en verdad que todos tus proyectos marchen de maravilla, sobre todo aquél en el que repartes alegría 😀
Besos, solete!!!
Fiuuuuu….por un momento pensé que me habías pillado….aunque no recordaba haber abierto tienda de electrónica alguna.
En cuanto que llegué a lo de los comentarios…me supe a salvo….porque yo escribo pocos…pero cuando lo hago…seguro que te pones colorado.
Y tras la broma….lo serio: Como sabes, precisamente el día que tú has publicado este post….yo he empezado en un nuevo puesto.
También sabes que yo soy uno de los "desaparecidos"…de esos que se estaba """quejando""" de la vida (Aunque humildemente creo que también he estado luchando….aunque lejos de las redes sociales…ya que no creo en ellas (seguramente por la falsedad e interés reinante, como bien has apuntado).).
De todos modos….como verás….de un modo u otro estoy siguiendo por aquí "manteniendo viva nuestra relación" y espero ser capaz de establecerme y conversar nuevamente contigo….aunque no sea para comprar o vender.
Puedes estar tranquilo, Albertico, que tu eres de los que goza de mi preferencia, pues nunca has caido en el saco de los oportunistas, sino que has compartido sincera y honestamente tus pareceres cuando ha sido propicio, y eso se valora.
Sé que te mantienes dando vueltas por allí y de veras que espero que logres finalmente la estabilidad laboral que necesitas.
Un abrazo grande 😀