Si eres dueño de tu propio negocio, seguramente tu ilusión es la de crecer tu empresa, desarrollarla más allá de todas las fronteras que te puedes imaginar, abrir oficinas adicionales, contratar nuevo personal, aumentar tu cartera de clientes, vender más, y muchas cosas por el estilo.
Y todo eso está bien. Para poder sacar adelante tu negocio, es necesario que tengas ese empuje, esa ilusión que te impulse siempre a seguir creciendo, a desarrollar cosas nuevas, promover el crecimiento, buscar oportunidades.
Es más, te podría decir con seguridad que, si no tuvieras este empuje, seguramente tu negocio no dejaría nunca de ser un negocio más.
¿De qué hablaremos en este post?
Crecer implica incursionar en áreas nuevas.
En cualquier caso, todo crecimiento implica que tu negocio requerirá de nuevos departamentos o áreas operativas, si quieres ponerte un poco más formal. Seguramente comenzarás por contratar personal administrativo para que te ayuden a gestionar todos los papeles que necesitas tener al día, impuestos, pagos, extractos bancarios y muchos más.
Luego, seguramente venga el área comercial, para tener más gente que te ayude a manejar las ventas que la empresa hace y generar más clientes nuevos.
Y luego necesitarás tal vez una recepcionista, para que atienda la inmensa cantidad de llamadas que tu empresa recibe diariamente.
¿O tal vez, necesites contratar a la recepcionista primero?
En todo caso, el crecimiento de tu negocio requerirá necesariamente de más personas en tu plantilla. Y con ello, traerá para ti una nueva obligación: Estar adecuadamente preparado para gestionar a la gente.
¿Eres capaz de delegar funciones y trabajar en equipo?
Tu primer desafío como emprendedor, será el de dejar en manos de otros el control de ciertas áreas de tu negocio y confiar en que harán el trabajo igual o mejor que tú. Y es en ese momento en el que comenzarás a darte cuenta de que debes estar preparado para delegar funciones y trabajar en equipo.
Vamos al ejemplo de la recepcionista. ¿Podrás explicarle completa y claramente cuáles serán sus funciones y cuál el rendimiento que esperas de ella?
¡Por supuesto que sí! Esta es la parte sencilla.
Lo complicado es lo que sigue: ¿Serás capaz de confiar en que hará su trabajo como le pediste, o te convertirás en el jefe perseguidor que, cuando se encuentra fuera de la oficina, está llamando continuamente a su recepcionista para preguntarle si ha llamado alguien?
Y es allí donde comienza tu necesidad de preparación profesional contínua.
Aún cuando puedes ser un especialista, profundo conocedor de todos los detalles de tu área profesional específica, si no has tenido preparación profesional en áreas específicas como gestión de personal, liderazgo, manejo de equipos, o incluso, como relacionarse con otras personas o hablar en público, tendrás un problema cuando tu negocio comience a crecer.
Es por ello que la necesidad de invertir dinero en tu preparación profesional de manera continua, es tan importante.
No solamente porque tu negocio lo necesita, sino también porque para ti es un proceso enriquecedor que te permite crecer profesionalmente, e incluso como persona.
¿Por qué necesitamos la formación profesional contínua?
Porque si no la tienes, pierdes la capacidad de gestionar efectivamente cada una de las áreas operativas.
Ojo: No se trata de que obtengas un título universitario en cada una de ellas, pero si de que manejes por lo menos la terminología básica, los conceptos fundamentales y tengas el “know – how” necesario para poder medir el rendimiento de cada área y, si es necesario, participar en ellas de manera activa.
Te pongo un ejemplo que me ocurrió con un cliente recientemente: La empresa necesitaba con urgencia conseguir más clientes nuevos, realizando visitas de puerta fría a empresas de la localidad.
¿Qué habrías hecho tu? Seguramente contratar un comercial con experiencia y, mejor aún, una cartera de clientes.
Sin embargo, esto cuesta dinero y mi cliente no puede aumentar su plantilla ahora y nunca ha salido a la calle a hacer visitas de puerta fría.
Fue entonces cuando comencé a darle entrenamiento en técnicas de ventas, para que pudiera salir él mismo a la calle y comenzar a desarrollar su cartera de clientes haciendo las visitas de puerta fría, al mismo tiempo que adquiere el conocimiento necesario para gestionar su futuro equipo de ventas de manera más eficiente.
Si desde que comenzó su negocio, hace más de veinte años, hubiese tenido conciencia de lo importante que era la formación profesional continua, tal vez habría ido adquiriendo conocimiento acerca de áreas específicas, como en este caso resultó ser el área de ventas.
Y este es solo un ejemplo de los muchos que abundan de emprendedores como tú, que se han decidido a montar una empresa con solamente un plan de negocios, mucho entusiasmo y, en el mejor de los casos, algo de capital.
La preparación profesional continua es una inversión, no un gasto.
Todo el dinero que inviertes en prepararte adecuadamente para gestionar cada una de las áreas operativas de tu negocio, de manera directa o indirecta, es una inversión que tiene un extraordinario rendimiento en el mediano y largo plazo.
No solo te prepara para ver tu negocio más allá de los números y los estados de ganancias y pérdidas, sino también te permite participar de manera activa y eficiente en su desarrollo y crecimiento.
¿Cuando fue la última vez que invertiste dinero en tu mejoramiento profesional? ¿En algún curso de actualización tal vez?
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A ver si alguno se entera de una vez…
Gracias, Alfonso. Un placer verte por aquí de nuevo. Me consta que tú te estás preparando continuamente, y de la mejor manera. Exitos querido amigo 😀
¡Muy buena reflexión Joel! ¡Estamos en el siglo XXI! Esta sociedad nuestra esta experimentando continuos avances, de ahí la necesidad de una formación continua. No hay que darle la espalda la Información, seamos la Sociedad del Aprendizaje y el Conocimiento 😉
Hola, Pilar
Gracias por tu comentario. Ciertamente estamos en un entorno completamente diferente que cambia a la velocidad de los teclados.
El mundo de los negocios se está moviendo de la misma manera. Es necesario ser más eficiente y más productivos, y una forma de lograrlo (o de ponernos en camino por lo menos) es la formación continua.
Como bien lo dices, seamos la Sociedad del Aprendizaje y el Conocimiento!
Feliz día 😀