No importa la cantidad de amigos o fans que puedas tener en tu página de Facebook, o la cantidad de seguidores en Twitter, o cuantas personas vean tus videos en Youtube.
No importa si algunos días lo que compartes es extraordinariamente bueno, y otros, pues ya no tanto. No importa si la foto de tu perfil dice que eres un poco más viejo, o más joven (generalmente el caso es este último!).
Hay una regla que debe estar allí y con la que tú debes cumplir de manera estricta, si quieres sobrevivir, tanto en los medios sociales, como en tu negocio.
¡Ser honesto y transparente!
Hay muchos ojos mirando, mucha información que fluye de un lado para otro, muchos personas que comparten contenido, comentarios (positivos o negativos, ¡es igual!) tanto con respecto a tu negocio, producto o marca, como con respecto a tu propia persona.
Si te recuerdas de la famosa palabra “viral”, pues sí, tanto las cosas buenas como las no tan buenas, pueden difundirse de manera viral y alcanzar en cuestión de minutos a cientos, miles de personas.
Si es un comentario positivo respecto a tu producto, pues estupendamente bien, pero…¿que pasas si no?¿qué pasa si es un cliente al cual le quedaste muy mal?¿te imaginas?
De aquí la importancia de esta Regla de Oro (Ojo: La definición como regla de oro es puramente personal)
HONESTIDAD: Si eres honesto contigo, con tu empresa, con tu negocio, con el producto que ofreces, con tus clientes, y si estás honestamente comprometido con hacer las cosas mejor, definitivamente estás abierto para un aprendizaje que puede ser muy productivo para ti, desde muchos puntos de vista.
No sólo tu producto puede ser mejor, sino todas las cosas a tu alrededor pueden cambiar también, porque, de entrada, eres una persona en la que se puede confiar. La honestidad genera confianza. Eso sin duda.
TRANSPARENCIA: ¿Te has fijado lo desagradable que es entrar en una relación con alguien que te dice tener unas intenciones determinadas, para luego darte cuenta – algún tiempo después – que realmente no era así, y que la persona tenía otras intenciones? Pues igual aplica a los negocios.
La transparencia es imprescindible y fundamental. ¿Te gusta acaso cuando compras un producto, para luego darte cuenta de que habían unas letritas pequeñas en la oferta que viste, de las cuales no te percataste, que convierten tu decisión en una de las peores compras que has hecho?
Todos sabemos que, a final de cuentas, el objetivo es desarrollar los negocios y que estos crezcan, tanto en relaciones, clientes como en volumen de ventas, por supuesto que sí.
Pero si todas tus relaciones y contactos con clientes, usuario o socios, están condicionadas a esto, entonces nunca podrás ser transparente, porque no estás buscando una relación de mutuo beneficio, sino el tuyo solamente. ¡Y lo peor es que se te nota!
Ser transparente y honesto es un ejercicio de voluntad. Requiere un tremendo esfuerzo y el estar consciente del hecho que, hoy en día, ya no es tan cierto aquello que decía que “una mentira dicha mil veces se convierte en realidad”.
Hoy en día, para favor de muchos, sobretodo de los usuarios y consumidores, hay muchas formas de demostrar que una información compartida no es completamente cierta, o que es totalmente falsa.
Y si te dejas atrapar allí, en esa esquina, entonces has puesto tu reputación en el centro del escenario, y no en la mejor de las condiciones. Sé siempre honesto y transparente, y estarás del lado «seguro» en todo momento.
Y tú, ¿lo ves importante?¿o crees que es algo que se puede hacer solamente si es necesario?¿qué opinas?
Crédito fotografía: Abo Ngalonkulu en Unsplash
Estoy totalmente de acuerdo con este post, a lo largo de mi corta trayectoria en las redes sociales me voy dando cuenta que la honestidad y sobre todo la transparencia son importantisimas
Gracias, Luis, por tu comentario. De veras! Mucho éxito con todos tus proyectos. ;-D
idem con Joel.
Gracias, José Maria, por tu comentario. Nos vemos por el grupo. Saludos!