Todos sabemos que el tener objetivos es necesario, podría decirse incluso que es obligatorio para saber si las acciones que realizamos, tanto en nuestras acciones de marketing como en la vida misma, son efectivas o no y, como consecuencia, poder tomar decisiones de forma oportuna.
Pero muchas veces ocurre que el «logro de objetivos» se convierte en un grito de guerra y, detrás de él, muchos empresarios se lanzan en una carrera desenfrenada hacia el logro de aquéllas metas propuestas como si la intensidad o crueldad de la carrera fuera en sí misma el objetivo.
Una de las cosas que me gusta de manejar es que, si miras a tu alrededor, puedes ver muchas cosas: el paisaje, un edificio en particular, los letreros que te anuncian diferentes cosas (unas importantes, otras no tanto), los otros coches, y un largo etcétera.
Sin embargo, cuando entras a un túnel, todo cambia repentinamente, ¿te has fijado?
Dentro del túnel tu atención se centra en la salida.
Tu atención se centra en la luz que ves al final o, en el mejor de los casos, en el coche que llevas delante. Después de todo, ¿qué tanto tienes que observar dentro de un túnel?
Dentro del túnel, hay muy pocos elementos que te permitan crear una visión de conjunto, que te permitan saber lo que hay a tu alrededor y cómo todo eso puede afectarte a ti y los que van contigo, dentro de tu coche.
¿Te suena familiar? Pues es la forma en la que muchos empresarios, tal vez tú mismo, gestionan su negocio: perfectamente concentrados en lograr sus objetivos.
Van conduciendo sin mirar a su alrededor, sin tomar en cuenta las cosas que le rodean y sin darle importancia a la influencia, positiva o negativa, que todas esas cosas pueden tener para el logro de dichos resultados, la rentabilidad del negocio, y por ende la satisfacción de todos los relacionados: socios, empleados y colaboradores.
¿Cómo puedes cambiar esta forma de gestionar el negocio y ser más efectivo?
Pues olvidándote de que estás en un túnel. Dejando de concentrarte en tus objetivos y concentrándote en el manejo, en llevar a cabo, de la mejor manera posible, las acciones que debes realizar para lograr las metas que te has propuesto.
Utiliza toda la información que hay a tu alrededor para gestionar mejor tu negocio. Si prestas atención a tu entorno, seguramente podrás encontrar oportunidades nuevas, evitar situaciones difíciles para tu empresa como por ejemplo ese conductor que viene manejando en zig-zag a muy alta velocidad y que, si no maniobras rápidamente, destruirá tu coche, y seguramente hará mucho daño a los que van contigo.
Abre tus ojos y oídos para disfrutar del paisaje. Reúne información. Desarrolla planes alternativas. ¿Quién quita? A lo mejor y hasta encuentras un atajo que te ayuda a lograr tus metas en la mitad del tiempo previsto, ¿quizás un «business angel» interesado en financiar tu proyecto?, ¿o tal vez un competidor que tuvo que cerrar y dejó abierto un espacio para ti?
Crédito fotografía: rithwick. pr en Unsplash
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Joel, gracias por tu artículo, que como es tu costumbre, enriquece a quienes lo leemos.
¿Sabes? Considero que el efecto túnel también sucede en la vida profesional y laboral. Llegas a concentrarte tanto en alcanzar tus objetivos que dejas de disfrutar el camino para alcanzarlos.
Y lo triste del caso es que hay ocasiones que otras personas – clientes, jefes y hasta la familia – incrementan el efecto tunel, tal como si fuéramos caballos a los cuales le ponen limitadores de visión laterales para que únicamente podamos ver hacia adelante (seguramente los has visto en caballos que jalan carretas o carruajes).
Pero tienes razón: es crítico el poder lograr ver el paisaje… Para que como dice la canción, no perezcamos como caballos fatigados (I don't want to perish like a fading horse – For ever young, Alphaville)
Te mando un abrazo desde el Mayab
Mauricio,
El efecto túnel ocurre a todos los niveles y se aprecia no solamente en negocios, sino (y sobre todo) a nivel profesional / laboral.
¿Cuántas personas conoces que han dedicado sus vidas enteras trabajando para una misma empresa, sin mirar hacia los lados, sin ver si habían otras cosas o no, para al final, cuando acaba la relación laboral, encontrarse con las manos vacías?
Es necesario mirar el paisaje, el entorno, y aprender a descifrar lo que nos quiere decir, y lo qué esas palabras significan para nosotros, comercial y profesionalmente, como a nivel personal.
Gracias, como siempre, por tu visita y tu comentario, desde este lado del Charco 😀
Me ha gustado mucho la metáfora del túnel Joel 🙂 Con tu permiso voy a seguir utilizándola porque la verdad es que en esta época de crisis la sensación de estar metidos en un túnel esta muy presente…te marcas unos límites de tiempo para conseguir salir a la luz, pero como el túnel se hace cada vez mas largo, dejas de observar a tu alrededor para centrarte cada vez en el objetivo "salida" pero lo peor de todo es que al no observar te quedas ciego, y dando palos al aire no vamos a lograr nada, todo lo contrario. Las metas deben estar claramente definidas para no empeorar la situación 😉 y para poder definir estas metas hay tener gran capacidad de observación. Como tu bien nos aconsejas Joel,hay que saber utilizar toda la información que hay a tu alrededor para gestionar mejor tu negocio ¡Gracias por este magistral artículo!
Para los pilotos, el mirar el paisaje se llama "situational awareness", algo así como "conciencia situacional".
En todo momento de nuestra vida debemos saber dónde y cómo estamos, y hacia dónde queremos ir y de que manera podemos hacerlo.
No todos los caminos tienen que ser difíciles o complicados. Muchas veces somos nosotros mismos que nos enredamos la vida por no evaluar todas las opciones que el entorno nos ofrece.
Gracias por aparecerte por aquí, Pilar. Encantado de compartir contigo, como siempre 😀