Luego de la conversación que se generó alrededor del post de la semana pasada, titulado «Cómo generar una estrategia de redes sociales que tenga sentido para tu negocio» me pareció muy apropiado y práctico complementarlo con un ejemplo de análisis de KPI («Indicadores Clave de Rendimiento») que fuese igualmente sencillo de entender para poder aplicarlo a la medición de resultados de nuestra estrategia en redes sociales.
Quisiera comenzar por decirte que los «Indicadores Claves de Rendimiento» no son exclusivos de las redes sociales ni del marketing.
Los indicadores de rendimiento se utilizan en cualquier situación en la que debas:
- Identificar información relevante para la toma de decisiones.
- Descartar información no relevante para la toma de decisiones.
¿De qué hablaremos en este post?
Un análisis de rendimiento tomado de la vida real: Mis vueltas en bicicleta.
Paso 1. Analizar información disponible. |
- Tipo de actividad que practico (tengo más de 20 opciones para escoger).
- Fecha y hora.
- Distancia recorrida.
- Duración.
- Velocidad promedio de la práctica.
- Velocidad máxima alcanzada durante la práctica.
- Calorías quemadas.
- Hidratación.
- Altitud mínima.
- Altitud máxima.
- Ascenso total.
- Descenso total.
- Tipo de actividad: Es importante medir manzanas con manzanas, y no con peras. No es lo mismo caminar, que correr o andar en bicicleta, por lo tanto, la actividad tiene que ser siempre la misma «Ciclismo Deportivo», pero no es relevante para mi rendimiento como tal, sino una referencia.
- Fecha y hora: No es relevante para mi rendimiento, pero sirve como referencia únicamente.
- Distancia: Aunque pareciera importante, en mi caso (según mi objetivo de mejorar mi rendimiento) no lo es. La distancia solamente se relaciona con el tiempo que tengo disponible para correr en bicicleta: Si tengo poco tiempo corro menos, si tengo más tiempo (y ganas) corro más, por lo tanto, no es información relevante. Si de referencia para seguir comparando sesiones que sean de la misma distancia, pero no es relevante.
- Velocidad máxima: No es relevante. Por donde corro bicicleta hay algunas bajadas importantes en las que puedo alcanzar una velocidad máxima muy buena, pero no es lo que me interesa.
- Calorías quemadas, hidratación, altitud mínima y máxima, ascenso y descenso totales, no son relevantes, por lo tanto, los descarto.
Me quedo solamente con la información importante: Mis indicadores claves de rendimiento.
Paso 2. Escoger los KPI’s. |
Luego seguimos con el análisis comparativo de los datos.
Paso 3. Analizar los datos obtenidos. |
- Las dos sesiones fueron de «ciclismo deportivo» y realizadas en dos fechas distintas, separadas por 14 días. ¿Por qué esto es importante? Porque debo comparar manzanas con manzanas, y no con peras. Las estadísticas que recibes de Facebook, no son iguales a las de Twitter, por eso, no tiene sentido mezclarlas ni compararlas.
- En ambas sesiones recorrí casi exactamente la misma distancia, nuevamente asegurándome de comparar manzanas con manzanas, sin embargo…
- En la segunda sesión me demoré 30 minutos más que en la primera para hacer el recorrido completo, por lo que ya sé que mi rendimiento fue bastante inferior esta vez.
- Y aún cuando en esta última sesión pude alcanzar una velocidad máxima de casi 50 kms/hora, mayor que la vez anterior…
- La velocidad promedio de la sesión fue (como era de esperar) muy inferior a la de la sesión anterior (20.3 km/h < 22.2 km/h).
El paso más importante: La toma de decisiones.
Crédito fotografía: Boris Stefanik en Unsplash