¡Este ha sido un fin de semana cargado de energía y de buenas vibraciones!
El día de ayer estuve en Madrid, participando como ponente en un evento que llevó por nombre «Taller de Mujeres Emprendedoras» en el que estábamos participando como ponentes Roseli Almeida, Judith Acosta, Silvia Molina, Alberto Aguelo y un servidor, hablando de diferentes temas que iban desde técnicas para hablar en público y cómo desarrollar un elevator speech, hasta gestión de redes sociales, pasando por cómo sacar el mejor provecho de tu imagen, qué debe saber toda mujer emprendedora acerca de ventas y la mujer emprendedora como tal.
Me hizo mucha ilusión poder contagiarme de la energía que tenían todas las mujeres presentes, ávidas de conocer, de aprender, de experimentar y, sobre todo, de escuchar.
Entre risas y momentos de compartir fuimos abriéndonos un poco a la verdadera realidad de todo emprendimiento, a esas historias que nadie cuenta, o mejor dicho: que a nadie le gusta contar por temor a que le consideren débil o simplemente un lunático más.
Es cierto que emprender, sea por voluntad propia o de forma forzada, con pocos o ningún tipo de soporte económico, en algunos casos en áreas ajenas a la que ha sido tu actividad profesional de toda la vida, es todo un desafío.
¡Por supuesto que sí!
Nadie lo pone en duda. Sin embargo, jornadas como estas son las que nos permiten a todos (sí, me lees bien… a todos… porque todos tenemos algo que aprender siempre por muy veteranos que podamos creernos) aprender aquéllas cosas que nos hacen falta para ser profesionales más completos, mejor preparados.
Para mí, escuchar la ponencia de Alberto sobre oratoria, me ayudó a aprender cosas nuevas que desconocía sobre el tema. Escuchar a Judith hablando de Redes Sociales, me hizo darme cuenta que aún me falta mucho por hacer para sacar todo el provecho que puedo (y debo) de mi presencia digital, escuchar a Silvia hablando de gestión de la imagen personal, me recordó los días en que iba a trabajar diariamente de traje y corbato, y lo a gusto que me sentía.
Y sobre todo escuchar y compartir las dudas e inquietudes de todas las presentes me hizo confirmar mi compromiso de que nosotros, los profesionales que ya tenemos alguna experiencia importante en nuestra área profesional, tenemos la obligación de poner nuestro conocimiento no solamente al alcance de aquél cliente o empresa que nos contrata, sino también al alcance de aquellas personas que, sin ser grandes empresas, están tratando con toda su ilusión y energía de crear algo diferente y aportar valor a la sociedad.
Porque, nos guste o no, nuestra sociedad está necesitando con urgencia de una nueva forma de ver las cosas, de un conjunto de valores que se base en la integración y no en la discriminación de ningún tipo, de valores que fortalezcan el respeto y la tolerancia entre todos y cada uno de nosotros, independientemente de nuestro trasfondo profesional, cultural o social.
Nuestra sociedad necesita que alcemos nuestras voces y reclamemos una vuelta a los principios que una vez guiaron nuestros pasos.
Ciertamente ha sido un gusto participar en una jornada tan bonita y tan llena de energía.
Y desde este, mi humilde rincón en la web, quiero quedar siempre a vuestra disposición para todas aquellas cosas en las que les pueda ser de utilidad.
¡Un abrazo grande a tod@s l@s que estuvieron presentes ayer!
Recuerden: Todo camino comienza dando los primeros pasos hacia el logro de nuestras metas!
Créditos fotografía: Vicky Gallardo Zamora