Uno de los retos más grandes que enfrentan las PYMES hoy en día es poder aplicar en la práctica lo que aprenden en la teoría, sobre todo en un entorno económico tan exigente como el actual.
Convertir en estrategias y acciones lo que dicen los libros, charlas, cursos y talleres que están disponibles en cámaras de comercio, asociaciones y en la propia web, supone a veces una ardua tarea, más para aquéllos que no cuentan con la asesoría correspondiente ni la preparación profesional adecuadas.
Uno de esos temas es el desarrollo de una marca personal.
Para nadie es un secreto la cantidad de profesionales de gran valía que se encuentran hoy en sus casas sin un empleo, realizando trabajos para los cuales están definitivamente sobre calificados profesionalmente (lo que se llama subempleo).
Muchas de estas personas han pasado muchos años de sus vidas trabajando para la misma empresa bajo la ilusión de un contrato fijo y se encuentran hoy ante la urgente necesidad de desarrollar una estrategia de marca personal para conseguir un trabajo y poder convertir en un argumento válido, toda la experiencia que han acumulado durante su vida profesional.
¿Cuál es el objetivo de una estrategia de marca personal?
Sabes que me gusta utilizar un lenguaje sencillo para hablar de estas cosas, para que me puedas entender sin problema y, por encima de todo, para que lo que compartimos acá pueda aplicarse en la práctica.
El objetivo de una estrategia de marca personal es identificar dentro de ti mismo que te hace diferente (o aquello con lo que quieres identificarte), convertirlo en una propuesta de valor que te haga destacar por encima de los demás profesionales de tu sector y que finalmente te convierta en la primera opción a la hora de conseguir un empleo o captar clientes si decidieras dedicarte al ejercicio libre de tu profesión.
Como siempre, un concepto que en teoría suena muy bien (¿a quién no le gustaría destacarse por encima de los demás y poder conseguir un trabajo donde sea valorado en la justa medida?) pero que resulta complicado llevar a su aplicación práctica.
Un caso práctico: Mi querida amiga Mónica Pérez.
¿Cuál es la mejor forma de aprender algo? Ponerlo en práctica. Hoy quiero compartir contigo un caso de estrategia de marca personal puesto en marcha con éxito. Se trata de Mónica Pérez, a quién conocí mientras realizábamos un curso online de “Community Management”.
Definir tu marca personal: Mónica es fotógrafo.
Simple, sencillo y concreto. Su marca no está en algún punto del camino, entre una cosa y otra. No. Su marca es muy simple. Mónica es fotógrafo. No es plomero, arquitecto o médico. Es fotógrafo.
Una marca personal debe estar claramente definida desde el principio. No puede ser ambigua, ni prestarse a segundas interpretaciones. En el caso de Mónica, cualquiera de las personas que hemos tenido el placer de conocerla y compartir con ella, sabemos que es fotógrafo.
Convertirlo en una propuesta de valor: pasión, personalidad y muchas cosas.
Y no solamente es un fotógrafo, sino un fotógrafo que, para mí, es diferente de los demás. En cada una de sus fotos, Mónica transmite la pasión que siente por lo que hace. Y eso es un valor fundamental a la hora de construir una marca personal: La pasión que sentimos por lo que hacemos! Cuando se hacen las cosas con pasión, es difícil hacer las cosas mal.
Mónica no es como aquellos fotógrafos que simplemente toman las fotografías para ganarse la vida. Nada de eso. A mi me resulta imposible pensar que ella haría una foto algún día sin poner lo mejor de sí misma en hacer una toma excelente.
Lo más difícil de una estrategia de marca es lograr esta diferenciación. Generar la propuesta de valor que te haga diferente. Muchos profesionales se convierten en uno más del montón justamente por no poder cruzar esa línea, la que los separa de los demás.
Y no solamente se trata de tu valía profesional, sino también de lo que eres como persona. De los valores que te motivan, de las cosas con las que te identifican. En una sola palabra, de tu integridad como persona, como individuo. Todo eso debe estar contenido dentro de tu propuesta de marca.
El objetivo de tu estrategia de marca: Convertirte en la opción de preferencia.
Si tienes una estrategia que no te permite alcanzar su objetivo específico, o bien la estrategia no es la adecuada, o el objetivo no es el adecuado para la estrategia que usas. No hay más.
En el caso que te comento hoy, yo estoy seguro de que le diré a Mónica cuando tenga que desarrollar un proyecto fotográfico, para que me lo haga. Ella se ha convertido para mi en una opción de preferencia por encima de otros que no han sabido diferenciarse de los demás.
Fíjate de qué manera tan sencilla, Mónica ha sabido desarrollar una propuesta de marca que le ha permitido, al menos para mí, convertirse en una opción de preferencia.
A muchos profesionales les ocurre que desarrollan sus propuestas de marca personal tomando como estrategia el “contrátame a mi en lugar de aquel” o “haz negocios conmigo en lugar de aquél otro”.
Personalmente pienso que una propuesta de marca debe ir un poquito más lejos y proponer algo como: “Si no me contratas a mí, tu te lo pierdes”. ¿No te parece?
Crédito fotografía: Nicolas Ladino Silva en Unsplash
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