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La fiesta la debes montar en tu casa, no en casa ajena

La fiesta la debes montar en tu casa, no en casa ajena

La fiesta la debes montar en tu casa, no en casa ajena - Joel Pinto RomeroAyer tuve la oportunidad de encontrarme con una muy querida amiga que recién montó su negocio propio haciendo unas tortas deliciosamente preparadas y decoradas para fiestas y celebraciones de cualquier tipo.

Comentábamos acerca de la estrategia que ella estaba utilizando para promocionar sus productos. Me comentó que tenía una página en Facebook y una cuenta en Instagram, y que a través de ambas había recibido ya algunos pedidos.

La ví muy entusiasmada e ilusionada, y nos explicaba muy graciosamente las razones por las cuales sus tortas eran mejores que las de su competencia. ¡Viva el espíritu emprendedor!

Por supuesto que me sentí muy contento y contagiado de ese entusiasmo que tenía Ivonne, porque pienso que, en situaciones como las que se están viviendo en estos días, el primer arma que debemos utilizar para salir adelante es mantener siempre un espíritu positivo.

Muy realista, pero positivo. Siempre positivo.

“Nos reunimos siempre en casa de mis amigos”

Pero me llenó aún mucho más de emoción y entusiasmo cuando, siguiendo con nuestra conversación, al yo comentarle que lo mejor iba a ser que hiciera su propia página web y le diera a sus tartas una “casa propia”, Ivonne me comentó que ya estaba en ello y que un diseñador gráfico se la estaba desarrollando.

¿Por qué me llena tanto de satisfacción?

Si te fijas en el proceso, cuando tu presencia digital está en “la casa de tus amigos”, es decir, en tu página de Facebook, tu perfil de Twitter, Linkedin o cualquier otra, tú “te vistes” para ir a la casa de ellos.

Hemos tomado la costumbre de hacer la fiesta siempre en la casa de otros. Y cuando ellos no quieren fiesta, ¿qué hacemos?

Igual tienen que hacer tus “clientes”: No se encuentran contigo en tu casa, sino en la casa de Facebook, de Instagram, o la de aquella red social que hayas escogido para desarrollar tu presencia en línea, y allí no solamente se encuentran contigo, sino con cientos de personas y empresas como la tuya.

Además, como en cualquier fiesta en “casa de los amigos”, la fiesta comienza y termina cuando el otro lo dice y si, de un día para otro, el dueño de la casa decidiera que no va a permitirle más la entrada a “tus clientes”, pues hasta allí te llegó la historia. O si algún día tus clientes decidieran que prefieren irse de fiesta a la casa de otra persona que tú no conoces, entonces tendrías que ir tú detrás de ellos y comenzar a construirlo todo de nuevo.

Siempre es más fácil que la fiesta la ponga otro.

Recuerdo que cuando estaba en los últimos años de bachillerato, las fiestas siempre se hacían en casa de Raymundo, un querido amigo, que tenía una casa espectacular, grande, cómoda, de esas que son buenas para hacer las mejores fiestas.

Pero, ¿qué pasaba cuando no había fiesta en casa de Raymundo? Pues una de dos: O que no había fiesta para nadie, o que simplemente teníamos que arreglarnos con lo que hubiera.

Y es una historia que se repite sin cesar en este mundo del marketing digital, y mucho más con la proliferación y crecimiento de las redes sociales: Los negocios que recién comienzan, o aquellos que tienen un presupuesto muy pequeño (por no decir “ningún presupuesto”) recurren a las redes sociales para promover sus productos y servicios, y no tienen nada más.

No tienen la posibilidad de tener un espacio propio para su empresa o negocio, porque todo el mundo piensa que tener una página web de empresa es un lujo que solamente las grandes corporaciones pueden darse, y eso no es así.

Muy al contrario. Hoy en día existen muchísimas alternativas para crear páginas web. Muchas de pago, otras gratuitas; unas buenas, otras no tanto. Pero alternativas hay, y muchas.

La fiesta la debes montar en tu propia casa.

¿Te fijaste el grato recuerdo que tengo de la casa de mi amigo, Raymundo? Puedo incluso recordar, a pesar de que todo esto ocurrió hace más de treinta años, las principales habitaciones, las escaleras, el patio donde montábamos todos nuestros amaneceres. ¡Gratos recuerdos ciertamente!

¿No te gustaría que tus clientes tuvieran el mismo, grato recuerdo de “tu casa” y no de la casa de otros? Pues es la razón que mueve la recomendación que le hice a mi amiga Ivonne, y la que quiero compartir contigo hoy.

Está muy bien que tengas una presencia digital y que saques provecho de todas las opciones y herramientas que las redes sociales (y las no tan sociales) ponen a tu disposición hoy en día para acercarte a tu cliente potencial y desarrollar una comunidad con ellos.

Pero la fiesta, al final, debe ser en tu casa. Tienes que preparar un espacio propio para que, a mitad de la fiesta, le digas a tus clientes: “Oigan, vámonos todos para mi casa que allá vamos a pasarla mucho mejor y tengo muchísimas otras cosas más que mostrarles allá”

No importa el tamaño que tengan las fiestas que hagas en tu casa, siempre serán más íntimas.

Muchos piensan que es necesario tener la oportunidad de llegar a cientos de miles de personas, es decir, estar en aquellas fiestas donde no cabe ni un alma más, donde apenas puedes escuchar al que está a tu lado, o que simplemente te cuesta un montón encontrarte con aquellas personas que realmente querías ver.

Sin embargo, si la fiesta es en tu casa, seguramente asistirán aquellas personas que te conocen, que te aprecian y con las que seguramente tendrás una relación más cercana y nutritiva que con los cientos de miles de “fiesteros anónimos” que pululan hoy en día en el entorno digital.

Es por ello que, mi recomendación de esta semana, es que centres tus esfuerzos en desarrollar un espacio propio para tus productos y servicios, un sitio al cual puedas invitar a todos tus clientes, potenciales y actuales, a tus amigos y familiares para te visiten y conozcan lo que estás haciendo.

Es mucho más esfuerzo al principio, pero muchísimo más rentable a mediano y largo plazo, ¿no te parece?

Si quieres conocer unas tortas espectaculares y muy sabrosas, pásate por la página de mi amiga Ivonne en facebook, Top Cakes 😀

Crédito fotografía: Drew Farwell en Unsplash





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La importancia de mantener actualizada tu web corporativa.

La importancia de mantener actualizada tu web corporativa.

La importancia de mantener actualizada tu web corporativa - Joel Pinto RomeroMuy a pesar de las recomendaciones que hacemos la mayoría de los profesionales que nos dedicamos a este tema del marketing, la publicidad y los medios sociales para que nuestros clientes mantengan sus páginas corporativas actualizadas, todavía existen muchas empresas que prestan poca o ninguna atención a este tema.

En este caso, voy a hablarte de tu página corporativa, porque me voy a referir a una situación que me ha tocado vivir recientemente y que, de ser tu caso, podría ser de mucha importancia para el crecimiento (o no) de tu negocio.

 

Todo comienza con la búsqueda de información.

 

Sé que es algo con lo que debes estar ya familiarizado, por supuesto, suponiendo que tienes una página en Internet. Si no la tienes, entonces fíjate en lo que te voy a contar.

Por mi nuevo trabajo, hago contactos con prospectos de negocios en Centro y Sur América a través de listados y directorios especializados que se publican en Internet. En el más sencillo de los casos, dichos directorios contienen el nombre de la empresa, un teléfono de contacto y una página de Internet.

Mi primera tarea es saber de qué va la empresa a la que quiero contactar, para asegurarme de que el perfil de la empresa es compatible con el perfil de producto que representa la empresa con que trabajo. Si no existe página web, tomo el teléfono y llamo al posible prospecto, deseando que la persona al otro lado del teléfono pueda explicarme de que trata el negocio y, si es posible, me indique si tienen o no una página web para poder verlo todo con más detalle y a mi propio ritmo.

 

Si no tienes página web, no existes.

 

Aunque pareciera una posición muy radical, es muy cierta. Piensa por un momento que Internet ha creado una verdadera aldea global, en la que cualquier empresa, por pequeña que sea, puede estar presente… si le interesa.

¿Qué pasa, por ejemplo, en mi caso con las empresas que no tienen página web y a las que no puedo contactar por teléfono? Pues muy sencillo: Las borro de mi lista de prospectos para llamar. Así de simple. No importa el tamaño que la empresa pueda tener, o su relevancia dentro del mercado.

Ten en cuenta que para mí (o para tu cliente potencial) esa información es desconocida hasta que puede tener acceso a ella. ¿Cómo puedo yo saber si tu tienda de coches antiguos es la más reconocida de todo tu país y has ganado cuatro premios internacionales, si no puedo enterarme de ello y no puedo tener acceso a dicha información?

 

La página web corporativa es mucho más que una tarjeta de presentación.

 

Tu página web corporativa es el complemento perfecto para la gestión de un comercial.

¿Por qué?

Porque a través de ella puedes contar todo lo que quieras acerca de tu empresa, todos tus logros, reconocimientos, productos, catálogos, y toda aquella información que tu consideres relevante para tu cliente, tu industria, la sociedad y el mundo.

No es solamente un sitio para colocar un número de teléfono, una dirección física y una dirección genérica de contacto tipo info@estaesmiempresa.com a la que ni siquiera vas a responder cuando alguien te escriba algo.

Hay miles de formas de sacarle provecho a una página web y en Internet podrás encontrar muchísimos especialistas que te podrán indicar cómo hacerlo.

 

¿Cómo sabe tu cliente que tu página no está actualizada?

 

Tu cliente puede darse cuenta de que tu página web no está actualizada de muchas maneras. Entre ellas, las siguientes:

  • El pie de página que dice “Fecha Ultima Actualización” y la fecha que indica es de hace cinco años.
  • Los teléfonos indicados en tu página web no son los teléfonos actuales.
  • Tienes una pestaña para “noticias” y la última publicada tiene una fecha muy anterior a la de hoy.
  • Cuando al pasar de la página inicial, encuentra que las demás páginas dicen “página en construcción”.
  • Si están incluidas personas de contacto que ya no trabajan para la empresa.
  • Si al rellenar el formulario de contacto, recibe una respuesta tres semanas después o simplemente, no recibe respuesta alguna.

Y seguramente habrán muchas otras formas por las que tu cliente podrá darse cuenta de que tu página no está actualizada.

El problema no es lo que a tí te pueda costar o no mantenerla actualizada o no. Lo realmente complicado es la percepción que puedes crear en ese posible prospecto de negocio.

 

¿Por qué debes mantener actualizada tu página web?

 

En mi caso, por ejemplo, una empresa a la que no puedo contactar por teléfono y no tiene página en Internet, o facebook, o algo parecido, desaparece. El razonamiento es muy sencillo: Si la empresa no le ha dado la suficiente importancia al hecho de comunicar con orgullo quiénes son, qué hacen y por qué deberíamos hacer negocios con ellos, entonces probablemente no tengan algo importante o diferente que ofrecer y sean una más del montón.

Aunque pueda parecerte injusto, es así. Si un cliente potencial visita tu página y la encuentra desactualizada, como esas páginas en las que tan sólo entrar te das cuenta de que por ahí no ha pasado nadie desde hace más de 10 años, probablemente pensará que las cosas no han ido bien para tí o tu empresa y tuviste que cerrar, y se irá a otro lado.

Y en este caso, la competencia no será necesariamente la empresa que es más grande que tú, nada de eso. Puede que el cliente se lo lleve aquél que le ha prestado un poquito más de atención a aprovechar el espacio y oportunidad que le ofrece Internet para darse a conocer al mundo.

¡Así que aprovéchala! No dejes que tus clientes te visiten y se vayan pensando lo que no es, con una percepción claramente errónea de tu negocio. Sácale provecho al espacio que ya tienes y utilízalo para mostrar orgulloso lo que haces, por qué eres diferente y ofrécele razones a tu cliente para que haga negocios contigo.

 

 

Crédito fotografía: Headway en Unsplash

 

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