por Joel Pinto Romero | Jul 29, 2013 | Consejos para Emprendedores, Consultoría Profesional, Formación de Vendedores, Gestión de Negocios, Productividad
Luego de la conversación que se generó alrededor del post de la semana pasada, titulado «Cómo generar una estrategia de redes sociales que tenga sentido para tu negocio» me pareció muy apropiado y práctico complementarlo con un ejemplo de análisis de KPI («Indicadores Clave de Rendimiento») que fuese igualmente sencillo de entender para poder aplicarlo a la medición de resultados de nuestra estrategia en redes sociales.
Quisiera comenzar por decirte que los «Indicadores Claves de Rendimiento» no son exclusivos de las redes sociales ni del marketing.
Los indicadores de rendimiento se utilizan en cualquier situación en la que debas:
- Identificar información relevante para la toma de decisiones.
- Descartar información no relevante para la toma de decisiones.
De allí que los llamemos «Key» (Clave): Es un indicador clave porque es ese, y no otro, el que nos provee la información que necesitamos para tomar una decisión específica.
Un análisis de rendimiento tomado de la vida real: Mis vueltas en bicicleta.
Como sabes (y si no lo sabías, lo sabes ahora) corro bicicleta desde hace poco más de un año. Desde que comencé, utilizo para monitorear mis salidas una aplicación llamada Endomondo. He probado otras, pero esta me gusta mucho y me funciona bien.
Como muchas otras aplicaciones, Endomondo me ofrece una cantidad bien importante de información acerca de mis prácticas. Fíjate todos los datos que pone a mi disposición:
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Paso 1. Analizar información disponible. |
- Tipo de actividad que practico (tengo más de 20 opciones para escoger).
- Fecha y hora.
- Distancia recorrida.
- Duración.
- Velocidad promedio de la práctica.
- Velocidad máxima alcanzada durante la práctica.
- Calorías quemadas.
- Hidratación.
- Altitud mínima.
- Altitud máxima.
- Ascenso total.
- Descenso total.
Como ves, bastantes datos que te pueden resultar interesantes y con los que te podrías distraer un poco. Sin embargo, ¿qué es lo primero que debo hacer para no perder el foco?
Definir con claridad cuál es mi objetivo y, en base a ello, qué debo medir, descartando la información que no me sirve y quedándome con la que me sirve.
Siendo que mi objetivo es mejorar mi rendimiento en la bicicleta, haciendo la misma distancia en menos tiempo (por lo tanto, a un ritmo más rápido), descarto la información que no me hace falta:
- Tipo de actividad: Es importante medir manzanas con manzanas, y no con peras. No es lo mismo caminar, que correr o andar en bicicleta, por lo tanto, la actividad tiene que ser siempre la misma «Ciclismo Deportivo», pero no es relevante para mi rendimiento como tal, sino una referencia.
- Fecha y hora: No es relevante para mi rendimiento, pero sirve como referencia únicamente.
- Distancia: Aunque pareciera importante, en mi caso (según mi objetivo de mejorar mi rendimiento) no lo es. La distancia solamente se relaciona con el tiempo que tengo disponible para correr en bicicleta: Si tengo poco tiempo corro menos, si tengo más tiempo (y ganas) corro más, por lo tanto, no es información relevante. Si de referencia para seguir comparando sesiones que sean de la misma distancia, pero no es relevante.
- Velocidad máxima: No es relevante. Por donde corro bicicleta hay algunas bajadas importantes en las que puedo alcanzar una velocidad máxima muy buena, pero no es lo que me interesa.
- Calorías quemadas, hidratación, altitud mínima y máxima, ascenso y descenso totales, no son relevantes, por lo tanto, los descarto.
Me quedo solamente con la información importante: Mis indicadores claves de rendimiento.
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Paso 2. Escoger los KPI’s. |
Para medir mi rendimiento cuando salgo a correr la bicicleta, me guío por estos dos parámetros: la duración de la práctica y la velocidad promedio mantenida.
El resto de información, me sirve de referencia, pero no es importante.
Luego seguimos con el análisis comparativo de los datos.
El siguiente paso, luego de monitorear, es comparar. ¿Cómo mido en el caso de la bicicleta? Comparo dos sesiones en las que haya recorrido más o menos la misma distancia, en dos fechas diferentes y comparo los datos:
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Paso 3. Analizar los datos obtenidos. |
El flujo de análisis que hago en este gráfico comparativo de dos salidas en bicicleta, es el siguiente:
- Las dos sesiones fueron de «ciclismo deportivo» y realizadas en dos fechas distintas, separadas por 14 días. ¿Por qué esto es importante? Porque debo comparar manzanas con manzanas, y no con peras. Las estadísticas que recibes de Facebook, no son iguales a las de Twitter, por eso, no tiene sentido mezclarlas ni compararlas.
- En ambas sesiones recorrí casi exactamente la misma distancia, nuevamente asegurándome de comparar manzanas con manzanas, sin embargo…
- En la segunda sesión me demoré 30 minutos más que en la primera para hacer el recorrido completo, por lo que ya sé que mi rendimiento fue bastante inferior esta vez.
- Y aún cuando en esta última sesión pude alcanzar una velocidad máxima de casi 50 kms/hora, mayor que la vez anterior…
- La velocidad promedio de la sesión fue (como era de esperar) muy inferior a la de la sesión anterior (20.3 km/h < 22.2 km/h).
Te hago la última acotación para que veas la poca relevancia que tiene la velocidad máxima de la sesión dentro de la evaluación y análisis de mi rendimiento.
En este caso, los dos indicadores que escogí como claves para el análisis de mi rendimiento me muestran que, esta vez, mis resultados fueron inferiores a la vez pasada.
El paso más importante: La toma de decisiones.
De nada te sirve reunir datos, estadísticas, índices, proyecciones, escalas ni otras cosas, si toda esa información no te lleva a la toma de decisiones y a la implementación de las acciones correspondientes.
En mi caso, ante la evidente disminución de mi rendimiento esta semana solamente me queda evaluar qué pudo haber pasado (pocas horas de descanso, haber entrenado también el día anterior, etc…), corregirlas para la próxima sesión (dormir más horas y no entrenar el día anterior), salir nuevamente a correr en bici, recorriendo la misma distancia y monitorear los datos, comparándolos nuevamente con la sesión anterior.
Como espero que lo puedas ver ahora, el tema de los KPI’s no es exclusivo de las redes sociales ni mucho menos. Es una sencilla actividad que podríamos (de hecho, deberíamos) poner en marcha en muchas de nuestras actividades diarias para asegurarnos de estar caminando de forma positiva hacia el logro de nuestros objetivos.
Recuerda un último consejo: Descarta lo que te distrae y concéntrate en la información que verdaderamente te importa.
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por Joel Pinto Romero | Jul 22, 2013 | Redes Sociales
Seguramente cuando te planteaste por primera vez este tema de estar en redes sociales, experimentaste dos sensaciones diferentes: por un lado una sensación de urgencia, al ver que “todo el mundo lo está haciendo” y es hasta ahora que tú te lo has planteado seriamente, y por otro lado, algo de ansiedad al no entender realmente por qué ni cómo debes hacerlo.
Cuando creaste tu negocio tenías un objetivo claramente definido: Ganar dinero.
Puedes agregarle muchos otros condimentos, pero realmente, tu deseo es ganar dinero. Y es lo normal. Los negocios se crean para eso.
Por lo tanto, todas tus acciones, deben estar orientadas hacia ese fin: Ganar dinero, hacer que tu negocio sea rentable, bien sea de forma directa o indirecta.
Para tu negocio, todos los caminos deben conducir a Roma.
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Todo lleva al logro de un objetivo. |
Y con esto quiero decir que todo lo que hagas debe estar dirigido al logro de tus objetivos. Las redes sociales no son una excepción y al ser parte de una estrategia integral, se guían por la misma regla: Deben ayudarte a lograr tus objetivos.
Es por ello que programar el envío de tweets, actualizar tus estados en Facebook dos veces al día, producir un vídeo demostración para un nuevo producto, todo debe estar conectado con el logro de tus objetivos de negocio, porque de no ser así, puede resultar en una estrepitosa pérdida de tiempo y dinero.
Hace tiempo conversábamos de que, en redes sociales, sin objetivos, no puede haber un plan. Por lo tanto, lo primero es establecer esos objetivos. Si comenzamos por entender que tu deseo es que el negocio sea rentable y que gane dinero, entonces la pregunta a hacerse es la siguiente.
¿Cómo pueden las redes sociales hacer que mi negocio gane más dinero?
Fíjate que ya viéndolo desde este punto de vista, es más sencillo. Hay dos formas en que tu negocio puede ganar más dinero. Una es vendiendo más, lógicamente, y la otra es gastando menos, un poco menos evidente, pero muy efectiva. Las redes sociales te permiten alcanzar una mezcla de ambos.
- Quiero ahorrar dinero, evitar el costo de llamadas telefónicas y mejorar la experiencia de mis usuarios, utilizando las redes sociales como canal de atención al cliente.
- Quiero vender más utilizando las redes sociales para aumentar el tráfico a la página web de mi empresa.
- Quiero vender más educando a mis clientes con respecto a mis productos, ofreciéndoles consejos de interés, información relevante para sus necesidades a través de las redes sociales.
- Quiero ahorrar dinero obteniendo contactos de calidad para mi negocio.
- Quiero vender más haciendo promociones de productos y compartiendo ofertas especiales.
¿Cómo vas a saber si estás logrando tus objetivos o no?
Una vez que has definido lo que quieres lograr con suficiente claridad, es hora de establecer una forma de medirlos. Esto se llama, en lenguaje formal, definir los “indicadores claves de rendimiento (Key Performance Indicators)” que te ayudarán a saber si los objetivos se están logrando o no.
Por ejemplo: Quieres utilizar las redes sociales para generar contactos de calidad para tu negocio y un contacto de calidad para tu negocio es una empresa de ingeniería ambiental. Tu indicador clave de rendimiento, en este caso, sería el medir cuántos de los nuevos contactos que ha hecho tu empresa a través de redes sociales, son empresas de este tipo.
O, por ejemplo, si quieres educar a tus clientes y usuarios acerca de un tema específico publicando un libro electrónico, podrías medir el rendimiento de tu esfuerzo analizando la cantidad de veces que el libro ha sido descargado, compartido y comentado.
Y así por el estilo. Pero recuerda que la regla es “establecer el indicador que te permitirá conocer si estás logrando tu objetivo o no”.
¿Qué acciones debes poner en práctica para lograr tu objetivo?
Supongamos entonces que utilizas las redes sociales para hacer contactos con empresas de ingeniería ambiental, tus “contactos de calidad”. Tu siguiente paso debería ser el indicar cómo vas a hacerlo, los recursos y herramientas que vas a utilizar, y el cómo y quién lo va a poner en marcha.
En este caso podrías, por ejemplo, hacer lo siguiente:
- Utilizar LinkedIn como plataforma.
- Establecer contacto con ingenieros ambientales.
- Seguir a empresas que se dediquen al área de Ingeniería ambiental o cercanamente relacionadas.
- Identificar a los moderadores de foros de discusión y grupos relacionados con el tema ambiental.
- Desarrollar conexiones con estas personas.
- Colocar un formulario en tu página web para que los que te visiten pueda registrarse y recibir contenido relevante acerca de temas de interés. Dicho formulario debe incluir un apartado que indique el área profesional al que se dedica el visitante.
- Desarrollar una base de datos con la información pertinente a cada una de las personas que vayas contactando desde que inicias estas acciones específicas.
Como puedes ver, las opciones son múltiples y muy variadas, pero una vez que las has segmentado según el objetivo que quieres lograr y la forma en que vas a medirlo, todo comienza a tener mucho más sentido y ser mucho más claro.
Siempre tienes que saber si las cosas van bien o mal.
Y para ello lo único que puedes hacer es tener el hábito de monitorear, monitorear y, monitorear otra vez. No hay otra fórmula.
Una vez implementados todos los pasos anteriores: establecer objetivos, indicadores de rendimiento y acciones a poner en marcha, lo único que queda es monitorear que las cosas vayan marchando en la dirección esperada.
Si todo es positivo, enhorabuena. Si las cosas no se ven tan bien, es hora de volver al principio y revisar donde puede estar el error, corregirlo y volverlo a poner todo en marcha.
Como te comentaba al principio de este post, el tema de redes sociales para tu empresa no debe ser causa ni de angustia ni de urgencia. Todo lo contrario.
La ansiedad desaparece al tener claras las razones por las cuales estás metido en todo esto.
La urgencia. pues es muy sencillo, de los apuros solo queda el cansancio y si estás llegando tarde a la fiesta, no pasa nada. Mientras logres los objetivos que te has planteado, da igual que llegues unos cuantos minutos más tarde, ¿no te parece?
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Crédito fotografía William Iven en Unsplash