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Juegos Olímpicos: Una importante lección de marketing para tu empresa.

Juegos Olímpicos: Una importante lección de marketing para tu empresa.

Una importante lección de marketing para tu empresa - Joel Pinto RomeroTerminan los Juegos Olímpicos y con ellos, dos semanas de emoción, de competencia, récords, tensión y expectativas.

Quince días durante los cuales el mundo entero centra su atención en una ciudad (en este caso, Londres) para disfrutar de una experiencia deportiva memorable.

Muchos hablan de ganadores y perdedores. Yo creo que, por encima de todo, se trata de competidores. De jóvenes (y uno que otro veteranillo colado por allí) que acudieron a esta cita para dar lo mejor de sí, y aún cuando algunos vuelven a casa sin medallas en las manos, seguramente llevan en su mente el recuerdo de una experiencia extraordinaria.

Detrás de estos Juegos Olímpicos, que demostraron a los que aún tienen dudas que el marketing social y el uso de la tecnología de los nuevos medios han llegado para quedarse, se encuentran muchas lecciones que puedes aplicar a las estrategias de marketing de tu empresa o marca personal.

De todas ellas, quiero quedarme con una: No sólo el oro cuenta.

 

No solamente es la medalla de oro la que cuenta.

 

La tendencia general es considerar como ganadores a todos aquellos que ganan medallas al quedar entre los tres primeros, sobre todo para aquel que se hace con la medalla de oro. En esta ocasión, también existieron los “diplomas olímpicos”, algo así como un reconocimiento a aquellos competidores que, aún cuando no ganaron medallas, tuvieron un desempeño destacado.

Igual ocurre en los negocios: la tendencia es considerar como ganadores a todos aquellos que ocupan los primeros lugares, los más destacados, los que tienen el mayor volumen de negocios, pero ¿qué ocurre entonces con los negocios, tal vez como el tuyo, que no llegan a tener sus nombres entre los primeros de la lista?¿Son por ello perdedores?

Igual, hubo un caso de una atleta rusa, Viktoria Komova, quién lloró porque su equipo no pudo ganar la medalla de oro y tuvo que conformarse con la de plata. ¡Imagínate tú: la medalla de plata!¡El segundo lugar del mundo!

Para muchos atletas, solamente la medalla de oro o el récord olímpico, cuentan, pues solo así pueden hacerse famosos, ganarse la atención del mundo y conseguir los mejores patrocinantes.

Sin embargo, para los negocios, la historia es muy diferente. Claro está que sería excelente estar entre los primeros del mundo. Por supuesto que sí. Pero no necesitas ser el número uno, para tener un negocio exitoso.

De hecho, hay una lista enorme de nombres de empresas que no llegan a estar entre las 500 compañías más grandes del mundo, pero están haciendo un trabajo excepcional con sus clientes, dan de comer a las familias de numerosos empleados y generan importantes beneficios. ¿Son acaso perdedores por no ser los primeros?

 

El triunfo no está en la competencia, sino en la preparación.

 

¿Crees tú que el triunfo de Usain Bolt se produjo simplemente es esos 9.63 segundos que le tomó correr los 100 mts planos? ¿Y qué piensas del corredor sudafricano Oscar Pistorius?, el competidor discapacitado, y de todos aquellos que lograron mejorar sus marcas personales, aún cuando no ganaron medallas?

Todos ellos están unidos en un punto común: se prepararon durante mucho tiempo para dar lo mejor de sí mismos no solamente en los Juegos Olímpicos, sino en cada una de las competencias en las que han participado anteriormente. Piensa que, por ejemplo, en la carrera de los 100 metros planos, 8 corredores lo hicieron en menos de 10 segundos! ¡Ocho!

Dicen que la riqueza está en el viaje y no en el destino.

 

Que los Juegos Olímpicos te sirvan de inspiración.

 

Por supuesto que sí porque son una inspiración extraordinaria, pero no te concentres únicamente en llevarte la medalla de oro, ni estar entre los primeros de tu industria, porque en los negocios no es eso lo único que cuenta.

Que los Juegos Olímpicos te sirvan de inspiración para preparar y manejar tu negocio con conciencia, para tener un plan de acción a largo plazo, para ser mejor cada día, para el mejoramiento continuo tanto de tus productos, como de tu equipo de trabajo como de las relaciones que mantienes con tus clientes y, por encima de todo, para que cada día, cada reto, cada momento sean una experiencia de crecimiento y de aprendizaje memorables.

Si tienes la oportunidad de ganar la medalla de oro y estar entre los primeros, excelente, pero recuerda que eso no te hace falta para tener un negocio exitoso ni una buena cartera de clientes satisfechos.

 

 

 

Inspirado en: What the Olympics Has to Do With Your Business (Not Much) escrito por Margaret Heffernan.

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